Su presidenta, Mary Daparte, asegura que el secretario xeral también informó sobre las diferentes ayudas de la Xunta

Los socios de la Sociedad Hispano Brasileira de São Paulo plantearon a Miranda sus dudas sobre el retorno

La Sociedad Hispano Brasileira de Socorros Mutuos de São Paulo recibió recientemente al secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, que mantuvo un encuentro con los asociados a los que respondió sus numerosas preguntas.

Los socios de la Sociedad Hispano Brasileira de São Paulo plantearon a Miranda sus dudas sobre el retorno
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La presidenta de Sociedad Hispano Brasileira recibió en la entidad la visita de Rodríguez Miranda.

“Él fue muy simpático y agradable respondiendo a todos”, destaca la presidenta de la Sociedad Hispano Brasileira de Socorros Mutuos de São Paulo, Mary Daparte, quien explica que “la mayoría de las preguntas se centraron en el retorno, los problemas para poder trabajar en Galicia y la vivienda, así como las ayudas” de la Xunta. “En el encuentro –continúa– también se planteó el tema de la tardanza a la hora de conseguir los papeles para poder trabajar, pero el secretario xeral matizó que eso es competencia del Gobierno de España y no de la Xunta de Galicia”.

Esta entidad se constituyó hace 126 años para ser un hospital y una farmacia porque en aquel momento no había en São Paulo. “En 1898, Brasil era un país difícil para los inmigrantes”, reconoce Daparte, quien recuerda que la Sociedad Hispano Brasileira primero era de Socorros Mutuos y luego se añadió la parte cultural y recreativa.

Actualmente, la Sociedad está más centrada en la parte cultural y lúdica y cuenta con unas instalaciones que incluyen piscina de adultos y niños y canchas deportivas, pero no por eso dejan de ayudar a quien lo necesita. “Cuando podemos, ayudamos a las personas a través de la Secretaría Xeral de Emigración”, subraya Mary Daparte, quien hace hincapié en que llevan a cabo actividades para recaudar fondos y “para ayudar a las personas que lo precisan. Si algún español tiene una necesidad y nosotros vemos que es una realidad, ayudamos no solo económicamente sino también con una bolsa de comida”.

En todo caso, la presidenta se lamenta que todavía no se han recuperado todas las actividades que se perdieron con la pandemia. En estos momentos, tienen cursos de español, deportes y el grupo folclórico ‘Lembranza e Agarimo’, que enseña todos los instrumentos y bailes tradicionales.

La presidenta señala que la colectividad gallega en São Paulo mantiene sus raíces y las transmite a la siguiente generación. Ella llegó a Brasil con 10 años y siempre mantuvo el contacto con la cultura gallega. De hecho, su padre fue el fundador de ‘Lembranza e Agarimo’ y ella siempre participó. “Mi hermana regresó ahora a Galicia, pero también formó parte del grupo folclórico. Cantábamos, bailábamos y hacíamos exposiciones y transmitimos mucho la cultura gallega porque es la que nuestros padres nos enseñaron”.

Dos de las celebraciones fijas de la entidad son el Día das Letras Galegas y el Día de Galicia. Durante la primera dan a conocer a los homenajeados y organizan charlas y lecturas. “Además, –sostiene Daparte– ahora es todo mucho más fácil porque a través de internet en dos minutos se resuelven las cosas y es todo muy rápido”.

En el Día de Galicia se organiza una misa en honor a Santiago Apóstol y luego una celebración a la que suelen acudir más de 350 personas, y “eso que es una fecha complicada porque todo el mundo se va para Galicia a estar con sus familias”. Además, cada dos meses hacen una comida gallega y reúnen a mucha gente.

El centro cuenta actualmente con unos 170 socios que pagan la cuota, a los que hay que sumar aquellos que pagaron cuando se adquirieron los terrenos y a los familiares que pagan en función de la edad y circunstancia. En total, hay unas 500 personas, pero “llegamos a tener 4.000 socios, pero muchos se fueron muriendo”, lamenta esta coruñesa.

La Sociedad Hispano Brasileira es un club familiar. “Tenemos muchas familias de las que la mayoría son gallegas”, remarca Daparte, quien también subraya la seguridad del centro, “y eso los padres lo valoran mucho porque con la inseguridad que tiene actualmente São Paulo, la Casa de España es segura y eso les da tranquilidad, ya que pueden dejar aquí a los niños solos porque la sociedad es un lugar seguro”.

La presidenta de la institución también se muestra orgullosa de contar con mucha juventud en la entidad. En este ámbito hay dos perfiles, los hijos y nietos de gallegos que se han criado en el club y los jóvenes que llegan a trabajar en Brasil y que hasta ahora, comenta la presidenta, no se acercaban a las instituciones porque veían su paso por el país como algo temporal.

La entidad cuenta con bastantes jóvenes y muchos de ellos se están implicando en su gestión. “Tenemos la suerte de que en la nueva directiva que empezó ahora y en la que yo continúo como presidenta hay gente muy joven”. “Por primera vez –reconoce– tuvimos una renovación muy grande y eso me alegra mucho porque la mayoría de instituciones tienen problemas para incorporar a la gente joven”. “Nosotros escuchamos lo que nos pidieron y conseguimos la renovación”, concluye Mary Daparte.

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