El presidente de la Sociedade Galega de Arentei, Vilamarín e a Peroxa visitó Galicia

Santos Gastón: “Favorecer el retorno es positivo, pero los que vuelven dejan de participar en las instituciones y eso me causa pena”

La jornada de puertas abiertas que la Secretaría Xeral de Emigración organizó la pasada semana para mostrar el estado de su inmueble tras la remodelación sorprendió en Galicia al presidente de la Sociedade Galega de Arentei, Vilamarín e a Peroxa, Santos Gastón Juan, quien valoró positivamente el lavado de cara de las instalaciones, así como el trabajo que desarrolla el secretario xeral y el resto del personal a su cargo. “Para los gallegos del exterior y las entidades en las que se agrupan, es fundamental”, aseguró.

Santos Gastón: “Favorecer el retorno es positivo, pero los que vuelven dejan de participar en las instituciones y eso me causa pena”
Gaston Juan 44
Santos Gastón, durante su visita a la redacción de 'Galicia en el Mundo'.

Pregunta. ¿Qué le han parecido las instalaciones de la Secretaría Xeral?

Respuesta. Son muy modernas, muy cómodas, están bien equipadas, y se ve que la gente que trabaja en ellas está contenta. Están además muy bien ubicadas, en el casco histórico, y eso facilita las cosas a los que venimos de fuera, porque no hay que salir del entorno para hacer las gestiones necesarias. En un mismo edificio se encuentran las secciones de emigración, retorno, comunidades galegas… está todo muy bien distribuido. Encontrarme en Galicia coincidiendo con la jornada de puertas abiertas me permitió acercarme para reconocer el trabajo de la gente que forma parte de la Secretaría Xeral, que para los gallegos del exterior y las entidades en las que se agrupan, es fundamental. Todo el equipo, de Antonio Rodríguez Miranda hacia abajo, es maravilloso y hace un trabajo fabuloso.

P. Con la reestructuración del nuevo Gobierno de la Xunta, el departamento de Emigración dejó de integrarse en Presidencia y se creó la Consellería de Emprego, Comercio e Emigración. ¿Qué le sugiere el cambio?

R. Son nuevos tiempos, nuevas formas de ver las políticas públicas, las necesidades, y ello exige tomar nuevas medidas. El hecho de que Galicia haya comenzado a generar políticas públicas para reforzar el retorno requiere que Emigración esté dentro de la Consellería de Emprego, porque es la que maneja los programas de empleo y de comercio, que son los que necesitan los emigrantes para retornar. Desde ese punto de vista, creo que tiene una lógica. Es verdad que cuando nos enteramos de que Emigración iba a depender de una consellería, nos surgió alguna duda, pero las inquietudes fueron despejadas por el secretario xeral y por el presidente de la Xunta cuando visitó Argentina, hace un mes.

P. ¿Qué explicaciones les dio?

R. Pudimos saber que el cambio obedecía a una forma de ver las políticas públicas de tal manera que posibilitaran el retorno, sin desentenderse de los emigrantes que deciden quedarse en los países de acogida. Por nuestra parte, ya nos surgieron las mismas dudas cuando Emigración dejó de ser una consellería y se quedó en secretaría xeral. Entonces la Consellería de Emigración no tenía otras competencias, y al frente de la misma estaba un hombre que marcó un antes y un después en las relaciones con la emigración, que fue Aurelio Miras Portugal. Pero con el tiempo vimos que el hecho de que se quedara en secretaría xeral tampoco fue en detrimento de las comunidades en el exterior.

P. La visita a Galicia le permitió establecer contacto con el conselleiro de Emigración. ¿Qué destacaría de ese encuentro?

R. José González tiene una visión muy clara de lo que es la colectividad en el exterior. Por su parte, el secretario xeral tiene una conciencia de la emigración que queda patente y de manera muy clara en el compromiso de trabajo que adquirió y en cómo nos facilitan las gestiones cada vez que desde fuera necesitamos algo. Los cambios suelen obedecer a momentos históricos determinados y yo pienso que son para bien.

P. ¿Cómo valora las políticas de la Xunta en favor del colectivo emigrado?

R. En lo personal, tengo una doble sensación. Por una parte, percibo una visión positiva en el hecho de que la Xunta facilite el retorno de los hijos y nietos de los que tuvieron que salir fuera, pero, por otra, los que vuelven dejan de tener una participación activa en las instituciones y eso, como nieto de gallegos, me da cierta pena. La situación en Argentina está mejorando, pero el país no está bien, así que es lógico que se dé el fenómeno del retorno. Por otra parte, las políticas públicas de la Xunta han sido exitosas, no hemos visto personas con problemas para emprender tras ese retorno y solo hemos recogido palabras de reconocimiento al personal de la Xunta que, además de facilitarles la parte administrativa, también les brinda contención en lo emocional.

P. Con respecto a los que se quedan en el exterior, ¿cómo valoran los programas de ayudas?

R. Las políticas de la Xunta para los emigrantes son muy buenas. Evidentemente no hay políticas públicas suficientes, porque cuando hay necesidades no es posible cubrir todo. Pero lo que se puede ver es que esos programas están hechos en base a un trabajo con la emigración y en función de los ciudadanos. Lo que se ha visto es que cada vez se refuerzan más las políticas públicas y de sostenimiento de las instituciones, lo que incide positivamente en el retorno. Sin esas políticas públicas de sostenimiento de las entidades y de crecimiento y reformulación, estas políticas de retorno de hoy en día no tendrían el éxito que tienen.

P. ¿Cómo afecta a la colectividad la situación en Argentina?

R. La realidad es muy dura. En términos económicos, la colectividad está profundamente afectada, sobre todo las instituciones, que tienen costes exorbitantes y cada vez cuesta más sostenerlas. En la mayoría de los casos, sin el apoyo de la Xunta, hubieran cerrado. Esa necesidad se ha incrementado en los últimos años producto de la situación del país. Ahora los indicadores económicos han mejorado, la inflación bajó, pero el impacto de todo eso todavía no se está viendo en la sociedad.

P. ¿Cuáles son las expectativas de futuro?

R. Esperamos que a corto y medio plazo la sociedad pueda vivenciar ese impacto de mejora en los números económicos. Si analizamos el aspecto social y cultural, costará más, porque los que venimos de una cultura del trabajo creemos que el esfuerzo personal es lo único que permite a una sociedad salir adelante, pero las políticas públicas de Argentina, centradas en las ayudas, han ido en contra de esa idea. Creo que en mi país es necesario un gran acuerdo de nación, despojarse de ideologías, de dogmas y pensar que el que está enfrente puede que no piense como nosotros, pero no es un enemigo. Dentro de ese entendimiento será posible tratar de construir un futuro mejor. Soy más partidario de la convivencia que de la tolerancia, porque quien convive comparte su vida con los otros y con la convivencia es posible que nuestra idea encuentre un acompañamiento por parte de los que no ven lo mismo que nosotros.

“En mi historia personal siempre pesó más Galicia que Salamanca o Italia”

P. ¿Cómo describiría la historia migratoria de su familia?

R. Por parte de padre, emigraron mis abuelos, que eran de O Vicedo (Lugo) y también tengo ascendientes de Castilla. Por parte materna, procedían de Italia. Unos y otros se encontraron en Pehuajó, en la provincia de Buenos Aires. Pero en mi historia personal siempre pesó más Galicia que Salamanca o Italia, y por eso sigo ahí, trabajando por la galeguidade.

P. ¿A qué se dedicaron sus abuelos? ¿Se plantearon el retorno en alguna ocasión?

R. A tareas de labranza. Uno tuvo una pequeña empresa en el pueblo, de transporte de mercadería. Pero no, no se plantearon el retorno, porque entonces retornar era más complicado. Eran familias numerosas que vivían al día. No había ahorros, salvo para pagar los estudios de los hijos o aportar algo de dinero para levantar las paredes de la institución que representaba a su pueblo. Soy abogado y el primer miembro de mi familia con titulación.

P. ¿Cuándo comenzó su vinculación con las entidades?

R. Desde los 14 años, y a los 21 fui elegido presidente de la entidad de la que hoy me encargo, que es la Sociedade Galega de Arantei, Vilamarín e a Peroxa. También fui delegado en el Consello da Galeguidade y presido la Asociación de Jóvenes Gallegos Descendientes en Argentina.

P. Se ha planteado usted el retorno en alguna ocasión?

R. No, pero teniendo dos hijas pequeñas no lo descarto como opción si de eso depende que tengan un futuro mejor.

P. ¿Fía para largo la recuperación en Argentina?

R. La recuperación económica puede ser cosa de medio plazo; la recuperación cultural, se espera para largo. Hoy en Argentina tenemos tres generaciones que no han visto trabajar a sus padres, pero han sido testigos de cómo sus familias han dependido de una ayuda social para salir adelante. Como te decía, se ha perdido la cultura del trabajo, porque los planes sociales compensan eso, pero en mi entorno nos han enseñado que es mejor trabajar por cuatro que vivir subvencionado por seis.

P. En el supuesto de retornar, ¿a qué se dedicaría?

R. A mi profesión, aunque es difícil para los abogados, porque la legislación y los principios del derecho se van interpretando de manera diferente. Pero, en caso de que sea necesario, volveré a hacer la carrera, no habrá problema por volver a estudiar.

P. ¿Y dónde le gustaría establecerse?

R. En cualquier sitio, porque en cualquier lugar de Galicia me sentiría como en casa. Tengo muchos lazos afectivos y conozco muchos lugares en los que poder instalarme con mi familia.

P. ¿Le tira la política?

R. Mucho, me dedico a la Política en Argentina. Estoy en el partido Encuentro Republicano Federal y recorro mucho el país. Tengo contacto con cada uno de los dirigentes y con los diputados de nuestro espacio político.