La reforma del voto emigrante, entre las prioridades del BNG para negociar

Durante la rueda de contactos de los socialistas José Blanco y Ramón Jauregui para recabar apoyos para la votación de investidura de Zapatero prevista para este lunes, día 7, el portavoz del BNG en el Congreso, Francisco Jorquera, condicionó el apoyo de su grupo a un compromiso por parte del Gobierno central sobre la reforma del voto emigrante; el mantenimiento del ritmo inversor en la Comunidad gallega; el traspaso de las competencias de tráfico y seguridad vial; y la recuperación de la construcción naval civil para Ferrol-Fene.
El portavoz del Bloque Nacionalista Galego (BNG) en el Congreso, Francisco Jorquera, expuso al PSOE sus reivindicaciones para la recién estrenada legislatura –entre las que se encuentra la reforma del sistema del voto emigrante– y mostró su confianza en que el candidato a presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se muestre “sensible” hacia ellas en el debate de investidura para poder darle su respaldo.
Jorquera se reunió, junto con la diputada nacionalista Olaia Fernández, con el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y con el secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Ramón Jáuregui, dentro de la ronda abierta por el partido que apoya al Gobierno para preparar la sesión de investidura prevista para este lunes 7.
Tras esta charla, que podría repetirse telefónicamente antes del pleno de investidura, Jorquera dejó claro que su formación tiene totalmente descartado votar en contra de Zapatero. Los nacionalistas gallegos dan por hecho que el aspirante socialista no será “hostil” a sus peticiones y se decantará por el “sí” o la abstención en función del grado de sintonía que Zapatero muestre con las mismas. La abstención fue la opción elegida durante la votación para elegir a José Bono presidente del Congreso.
En este sentido, el portavoz del BNG explicó que había aprovechado la conversación con Blanco y Jáuregui para evidenciar que su formación afronta esta nueva legislatura con una “disposición plenamente constructiva”, es decir, que está abierta a convertirse en “socio de referencia” para los socialistas, aunque está convencido de que el PSOE no cerrará un acuerdo de legislatura con ninguna formación. “El BNG va a ser una fuerza muy decisiva en estos cuatro años”, aseveró.
Jorquera puso sobre la mesa los cuatro asuntos que cree prioritarios para esta legislatura y una advertencia. El aviso fue muy claro: el BNG no entendería que el PSOE cayera un “doble juego” pactando temas de Estado con el PP excluyendo al resto del arco parlamentario y luego recurriera a las minorías para mantener la estabilidad del “día a día”.
El capítulo de las peticiones estuvo encabezado por la necesidad de que Galicia siga avanzando en su autogobierno, facilitando el traspaso de algunas competencias pendientes y de otras nuevas como el tráfico y la seguridad vial. En segundo lugar, el BNG desea que el PSOE garantice un “ritmo inversor”, con cargo a los Presupuestos, que permita a su comunidad paliar los déficits que padece, especialmente en infraestructuras.
Los nacionalistas reclaman, asimismo, la búsqueda de fórmulas para corregir algunas políticas estatales que, a su juicio, frenan la capacidad productiva de sectores de la economía gallega. El BNG da especial importancia a esta cuestión, habida cuenta de que habla de “crisis” económica, y pide que el astillero Ferrol-Fene se recupere para el mercado de la construcción naval civil.
Además, demanda que se acometa una reforma del sistema de voto de los emigrantes. Aunque admite que estas modificaciones requieren consenso, exige que mientras éstas se tramitan para aplicar, por ejemplo, la circunscripción especial para residentes ausentes que defiende el PSOE, se garantice que este colectivo pueda votar en urna y que puedan ejercer ese derecho únicamente las personas que han nacido o residido en Galicia y no las que tienen esa posibilidad sólo por ser de origen gallego.
Jorquera aseguró que “no es de recibo que el futuro político de Galicia esté condicionado por un censo de 300.000 electores que residen en el exterior”. También puso de manifiesto las deficiencias de voto emigrante. “Es un hecho –explicó– que todavía siguen votando personas fallecidas, es un auténtico escándalo”. Además, volvió a expresar una de las tradicionales reivindicaciones del BNG: “si votan que cuenten a la hora de determinar los escaños”.