Manuel Luis Rodríguez: “La creación de una asociación a nivel europeo es algo nuevo que rompe con viejas estructuras”

Momentos antes de la clausura del ‘I Congreso da Xuventude Galega Residente en Países Europeos’, el secretario xeral de Emigración de la Xunta de Galicia, Manuel Luis Rodríguez, se mostraba satisfecho de la marcha del evento. La idea inicial de poner en contacto a los chicos y chicas gallegos del exterior, desde Lisboa hasta Ginebra, estaba cumplida. Aunque en ese momento todavía no conocía los resultados de los grupos de trabajo, que debatieran esa misma mañana los pros y los contras de formar una sociedad a nivel europeo, el responsable de Emigración de Galicia afirmaba que se había dado un paso adelante, “se está consiguiendo nuestro objetivo”, dijo, “ahora habrá que esperar las conclusiones”, pero “independientemente de que haya discrepancias o no” entre las espectativas de los jóvenes y lo que esperaban de este encuentro la Secretaría Xeral de Emigración y el Consello da Xuventude de Galicia, “si de aquí puede salir el germen de algo que se parezca al movimiento asociativo, pues, magnífico”, lo demás sería cosa de los propios jóvenes, “nosotros lo que hacemos es ofrecer los instrumentos, poner la infraestructura” para que la iniciativa pueda realizarse, “lo que pretendíamos era establecer contactos, compartir inquietudes, descubrir las potencialidades que hay y favorecer el intercambio y las relaciones humanas que son fundamentales”, añadió Rodríguez. Otro de los objetivos era “mejorar la comunicación con nuestra juventud de fuera”, salvando la distancia física.
Al comentario de que algunos jóvenes se sentían inseguros por temor a decidir precipitadamente la creación de una asociación que luego pudiera fracasar por falta de motivación, de tiempo u otros factores, una vez que estuvieran de regreso en sus lugares de residencia, Rodríguez aseguró comprenderlo, “es lógica esa inseguridad, porque es la primera vez que se ven confrontados con un tinglado de esta magnitud”, dijo, “la creación de una asociación a nivel europeo es algo nuevo que rompe con viejas estructuras, nosotros lo que pretendemos es hacerles comprender que estamos aquí para apoyarles”, con el asesoramiento y demás dispositivos a su alcance.
Sobre la reiterada acusación a los centros gallegos de no transmitir la información que reciben para los jóvenes, acusación hecha no sólo por él a lo largo del congreso, Rodríguez quiso poner en claro que no se puede generalizar, “no es el caso de todos”, pero dijo que sí era cierto que había fallado ese canal de comunicación en bastantes casos, “por eso pedimos a los centros que hagan ese esfuerzo”, porque, de lo contrario, “una vez que se forme el movimiento juvenil corren el riesgo de que la juventud se aparte de ellos”, algo que, según dijo, ya está ocurriendo en parte y ya existen movimientos asociativos alternativos en funcionamiento en algunos países, creados por iniciativa de grupos de jóvenes, para poder desarrollar actividades y seguir intereses que no encuentran cabida en las asociaciones tradicionales pero que son de interés para Galicia, como el caso del grupo ‘Ialma’, surgido en Bruselas.
Momentos después, Manuel Luis Rodríguez y todo el equipo de enviados de la Xunta pudieron comprobar que los objetivos del congreso se habían cumplido al escuchar las resoluciones de los dos grupos de trabajo en el pleno final. La decisión no había sido fácil pero, finalmente, los argumentos positivos tuvieron más peso y la balanza se inclinó en favor del proyecto. Cuando todos se despidieron, fue ya hasta el próximo congreso en Galicia.
Al comentario de que algunos jóvenes se sentían inseguros por temor a decidir precipitadamente la creación de una asociación que luego pudiera fracasar por falta de motivación, de tiempo u otros factores, una vez que estuvieran de regreso en sus lugares de residencia, Rodríguez aseguró comprenderlo, “es lógica esa inseguridad, porque es la primera vez que se ven confrontados con un tinglado de esta magnitud”, dijo, “la creación de una asociación a nivel europeo es algo nuevo que rompe con viejas estructuras, nosotros lo que pretendemos es hacerles comprender que estamos aquí para apoyarles”, con el asesoramiento y demás dispositivos a su alcance.
Sobre la reiterada acusación a los centros gallegos de no transmitir la información que reciben para los jóvenes, acusación hecha no sólo por él a lo largo del congreso, Rodríguez quiso poner en claro que no se puede generalizar, “no es el caso de todos”, pero dijo que sí era cierto que había fallado ese canal de comunicación en bastantes casos, “por eso pedimos a los centros que hagan ese esfuerzo”, porque, de lo contrario, “una vez que se forme el movimiento juvenil corren el riesgo de que la juventud se aparte de ellos”, algo que, según dijo, ya está ocurriendo en parte y ya existen movimientos asociativos alternativos en funcionamiento en algunos países, creados por iniciativa de grupos de jóvenes, para poder desarrollar actividades y seguir intereses que no encuentran cabida en las asociaciones tradicionales pero que son de interés para Galicia, como el caso del grupo ‘Ialma’, surgido en Bruselas.
Momentos después, Manuel Luis Rodríguez y todo el equipo de enviados de la Xunta pudieron comprobar que los objetivos del congreso se habían cumplido al escuchar las resoluciones de los dos grupos de trabajo en el pleno final. La decisión no había sido fácil pero, finalmente, los argumentos positivos tuvieron más peso y la balanza se inclinó en favor del proyecto. Cuando todos se despidieron, fue ya hasta el próximo congreso en Galicia.