CON MOTIVO DEL 60º ANIVERSARIO DE SU ASESINATO
El hijo del comunista Antonio Seoane recuerda la figura de su padre en Santiago
Con motivo del 60º aniversario del asesinato de los dirigentes de la guerrilla antifranquista del Partido Comunista Español Antonio Seoane y José Gómez Gayoso, el Club Internacional de Prensa de Santiago de Compostela organizó una conferencia impartida por Jorge Seoane, que recordó la figura de su padre en un discurso lleno de emoción.
Con motivo del 60º aniversario del asesinato de los dirigentes de la guerrilla antifranquista del Partido Comunista Español Antonio Seoane y José Gómez Gayoso, el Club Internacional de Prensa de Santiago de Compostela organizó el pasado martes una conferencia impartida por Jorge Seoane, que recordó la figura de su padre en un discurso lleno de emoción. Seoane relató cómo vivió el asesinato de su padre después de que por primera vez se proyectase la película ‘Otro crimen de Franco’, dedicada a Gómez Gayoso y rodada en Cuba en 1948, que forma parte de los fondos del Centro Galego de Artes de la Imagen (CGAI) aunque los derechos pertenecen a la Fundación 10 de Marzo.
“El dolor fue más grande, porque con 20 años recibí la carta de mi padre comunicándonos su pena de muerte”, comentó Seoane, “era el jefe del ejército guerrillero, por lo tanto, esperábamos una mala noticia en cualquier momento, pero no por eso dejó de destruirnos paulatinamente. Sobre todo por mi abuela, su madre, que perdió a su hijo con una entereza tremenda, que nos ayudó al resto de la familia”.
Ante esta dura situación, Jorge Seoane reconoció que el sentimiento que ahora le embarga “es la rabia por no poder ser más útil y evitar lo que le pasó a mi padre”, que antes de morir sufrió dos terribles meses de tortura. Llegó a reconocer que incluso barajó la posibilidad de viajar desde Argentina a Galicia aunque “valoramos que sería inútil, porque no sólo no me dejarían verlo, sino que me detendrían a mi también”.
“El dolor fue más grande, porque con 20 años recibí la carta de mi padre comunicándonos su pena de muerte”, comentó Seoane, “era el jefe del ejército guerrillero, por lo tanto, esperábamos una mala noticia en cualquier momento, pero no por eso dejó de destruirnos paulatinamente. Sobre todo por mi abuela, su madre, que perdió a su hijo con una entereza tremenda, que nos ayudó al resto de la familia”.
Ante esta dura situación, Jorge Seoane reconoció que el sentimiento que ahora le embarga “es la rabia por no poder ser más útil y evitar lo que le pasó a mi padre”, que antes de morir sufrió dos terribles meses de tortura. Llegó a reconocer que incluso barajó la posibilidad de viajar desde Argentina a Galicia aunque “valoramos que sería inútil, porque no sólo no me dejarían verlo, sino que me detendrían a mi también”.