Habló de la Galicia del futuro en la UCES

En el auditorio en el que durante todo el año se llevó adelante la Cátedra España en la UCES (Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales), Nuñez Feijóo brindó el pasado viernes una conferencia en la que habló sobre la situación actual de Galicia y dio a conocer los ejes principales y prioritarios de su proyecto. Después de la presentación a cargo del profesor Jorge Alonso, quien leyó el extenso y denso currículum del político, tomó la palabra el candidato a presidente de Galicia por el Partido Popular. En primer lugar, agradeció a los numerosos concurrentes, a la Universidad, a la mencionada cátedra y a su mentor-fundador, Manuel Cao Corral. Recordó que a esta casa de estudios, le une un lazo muy especial ya que en una oportunidad anterior lo recibió tras su nombramiento como presidente del PP de Galicia y ahora nuevamente lo hace, a los pocos días de su candidatura.
Abiertamente proclamó que ser presidente de Galicia es el reto más importante de su vida, siendo consecuente con toda una trayectoria de intensa actividad política.
Durante la exposición mantuvo un tono crítico respecto al escenario presente de la autonomía. Dio, a partir de encuestas y estudios realizados en 300 ayuntamientos, un panorama sobre el momento que atraviesan los jóvenes, pensionados y población general de Galicia, concluyendo que la situación es peor que la de hace tres años y medio y que no hay un proyecto para estos tiempos difíciles de destrucción de empleo y dificultades económicas.
Atribuyó el problema principal del gobierno actual a la carencia de un proyecto político coherente y compartido. Desde su postura como candidato, se comprometió a construir una nueva etapa de progreso. En consonancia a su prédica, planteó un plan a futuro centrándose en las líneas a seguir, a saber: desarrollo económico productivo; política solidaria para las familias a través de un beneficioso paquete fiscal; vertebración del territorio a través de comunicaciones, carreteras y trenes, que unan el interior de Galicia y el resto de España; gestión pública eficaz y mejoras en la calidad democrática.
Al ahondar en estas directrices, resaltó la necesidad de crear empleo de calidad sobre diez bases de la economía, ya clásicas y otras más nuevas. Dichos sectores productivos son: la construcción naval, piedra natural, automoción, productos del mar y agroalimentarios, resguardo de incendio de montes y parcelas, diseño y moda textil, construcción, TIC´s y turismo-comercio, más allá de las fechas claves de la emblemática peregrinación a Santiago.
Emparentado a estas cuestiones productivas, destacó que el Estado debe ser garante pero no operador del mercado. Hizo referencia también a un conocido problema de Galicia; el envejecimiento de su población y la intención de revertir esa pirámide con el rejuvenecimiento de los ciudadanos activos. Para ello animó a los jóvenes empresarios, abogados, ingenieros, arquitectos, entre otros, descendientes de gallegos tendiéndoles oportunidades en la tierra de sus antepasados.
Dentro de las medidas prioritarias, destacó el ‘Plan de austeridad’ que tienen confeccionado para bajar el gasto público en 130 millones de euros (lo cual significa la reducción del 1% del egreso actual) prescindiendo de gastos superfluos en asesores, protocolo, publicidad y propaganda y destinándolos a invertir en infraestructura.
Después de un detallado recorrido por su proyecto, Núñez Feijóo apeló emotivamente al pueblo gallego y a quienes escucharon su oratoria; agradeciendo lo que los presentes, sus ascendentes y todos los gallegos dieron a la colectividad aun sin haber tenido la oportunidad de residir en Galicia por diversas circunstancias. Dijo, además, estar orgulloso de encontrarse en Buenos Aires, la tercera ciudad gallega (con 100.000 habitantes) después de A Coruña y Vigo, y se refirió a la colectividad como un pueblo que no entiende de fronteras.
Para cerrar, destacó que más allá de los futuros resultados de las elecciones 2009 es de importancia vital “que gobierne el que gane” y que no se vea silenciado por otro bloque, lo cual es central en el ejercicio de la democracia y de la ética política.
Abiertamente proclamó que ser presidente de Galicia es el reto más importante de su vida, siendo consecuente con toda una trayectoria de intensa actividad política.
Durante la exposición mantuvo un tono crítico respecto al escenario presente de la autonomía. Dio, a partir de encuestas y estudios realizados en 300 ayuntamientos, un panorama sobre el momento que atraviesan los jóvenes, pensionados y población general de Galicia, concluyendo que la situación es peor que la de hace tres años y medio y que no hay un proyecto para estos tiempos difíciles de destrucción de empleo y dificultades económicas.
Atribuyó el problema principal del gobierno actual a la carencia de un proyecto político coherente y compartido. Desde su postura como candidato, se comprometió a construir una nueva etapa de progreso. En consonancia a su prédica, planteó un plan a futuro centrándose en las líneas a seguir, a saber: desarrollo económico productivo; política solidaria para las familias a través de un beneficioso paquete fiscal; vertebración del territorio a través de comunicaciones, carreteras y trenes, que unan el interior de Galicia y el resto de España; gestión pública eficaz y mejoras en la calidad democrática.
Al ahondar en estas directrices, resaltó la necesidad de crear empleo de calidad sobre diez bases de la economía, ya clásicas y otras más nuevas. Dichos sectores productivos son: la construcción naval, piedra natural, automoción, productos del mar y agroalimentarios, resguardo de incendio de montes y parcelas, diseño y moda textil, construcción, TIC´s y turismo-comercio, más allá de las fechas claves de la emblemática peregrinación a Santiago.
Emparentado a estas cuestiones productivas, destacó que el Estado debe ser garante pero no operador del mercado. Hizo referencia también a un conocido problema de Galicia; el envejecimiento de su población y la intención de revertir esa pirámide con el rejuvenecimiento de los ciudadanos activos. Para ello animó a los jóvenes empresarios, abogados, ingenieros, arquitectos, entre otros, descendientes de gallegos tendiéndoles oportunidades en la tierra de sus antepasados.
Dentro de las medidas prioritarias, destacó el ‘Plan de austeridad’ que tienen confeccionado para bajar el gasto público en 130 millones de euros (lo cual significa la reducción del 1% del egreso actual) prescindiendo de gastos superfluos en asesores, protocolo, publicidad y propaganda y destinándolos a invertir en infraestructura.
Después de un detallado recorrido por su proyecto, Núñez Feijóo apeló emotivamente al pueblo gallego y a quienes escucharon su oratoria; agradeciendo lo que los presentes, sus ascendentes y todos los gallegos dieron a la colectividad aun sin haber tenido la oportunidad de residir en Galicia por diversas circunstancias. Dijo, además, estar orgulloso de encontrarse en Buenos Aires, la tercera ciudad gallega (con 100.000 habitantes) después de A Coruña y Vigo, y se refirió a la colectividad como un pueblo que no entiende de fronteras.
Para cerrar, destacó que más allá de los futuros resultados de las elecciones 2009 es de importancia vital “que gobierne el que gane” y que no se vea silenciado por otro bloque, lo cual es central en el ejercicio de la democracia y de la ética política.