La exposición de grabados del artista gallego-argentino Albino Fernández se desplaza al Museo Provincial de Lugo

Después de un tiempo expuestas al público en Vigo, Cangas y Ferrol, las xilografías de Albino, 23 en esta ocasión, se aproximan ahora a Chantada, lugar de origen del artista plástico, fallecido hace diez años y quien dejó un legado con una extensa obra creativa que ahora sus hijos se proponen visibilizar. 

Estos trabajos, en blanco y negro y color, realizados entre 1951 y 1963, son un “canto a la libertad” y muestran un “trasfondo social propio de escritores y artistas plásticos”, como resaltaron las dos hijas del artista, durante el acto inaugural en Vigo, en junio de 2022.

Lino Fernández, hijo de Albino, cruzó el Atlántico en esta ocasión –como ya lo hiciera cuando la exposición se exhibió en Ferrol– para asistir a la inauguración de la muestra en Lugo, y dijo sentir “una emoción muy grande” al ser testigo de la acogida que el trabajo de su padre está teniendo en Galicia y, más concretamente, en el lugar de procedencia de su progenitor.

Artista que se sintió muy próximo a la realidad gallega por el origen de sus progenitores, lo era también por el hecho de que vivió una parte pequeña de su infancia en Galicia.Albino Fernández, nacido en Cuba, era hijo de emigrantes gallegos naturales de Trasar de Carballo, en Chantada, que, tras un tiempo en Cuba, volvieron a Galicia y emigraron más tarde a Argentina, donde el artista pasó la mayor parte de su vida y donde tuvo la oportunidad de conocer a muchos intelectuales gallegos del momento, como fue el caso de Luis Seoane, Laxeiro, Lorenzo Varela, Agustín Sixto Seco o Arturo Cuadrado.

En la capital argentina se formó como artista y recibió muy pronto la influencia de Antonio Berni y de uno de los grandes maestros de arte argentino, como fue Lino Enea Spilimbergo. También se empapó del buen hacer del uruguayo Joaquín Torres García, referente de la Escuela del Sur.