El Centro Unión Orensana de La Habana otorgó a cinco jóvenes el reconocimiento ‘Abel Santamaría Cuadrado’

En una actividad celebrada en el Salón Baleárico, el Centro Unión Orensana de La Habana (CUOH) condecoró a cinco jóvenes con el reconocimiento ‘Abel Santamaría Cuadrado’, hijo de orensano que fue torturado, le sacaron un ojo y murió como un héroe durante la dictadura de Batista. Los premiados fueron: María Alejandra Lugo, Mariana Anllo González, Mariela Lorenzo Toledo, Arianna Drake Miranda y Claudia Torres Hernández. Los reconocimientos fueron entregados por la directora del Museo Abel Santamaría, Teresa González Pérez.

En sus palabras, el presidente del Centro, Roberto Ogando, habló de todas las oportunidades que tienen los jóvenes en la sociedad orensana, donde se imparten diferentes cursos, tanto en Cuba como en Galicia, e informó sobre la visita de Aurelio Miras Portugal y su encuentro con los jóvenes descendientes de españoles, así como una placa de recuerdo que le entregó a la sociedad orensana.

También informó sobre el reconocimiento ‘Miguel de Cervantes Saavedra’, recibido por el poeta y profesor de lengua gallega Manuel Álvarez Fuentes, miembro de la directiva del CUOH, entregado por la Federación de Sociedades Españolas de Cuba la semana pasada en el Palacio de Bellas Artes de La Habana, donde también lo recibió el destacado pianista nieto de orensano Frank Fernández. Como saludo a la entrega del reconocimiento ‘Abel Santamaría Cuadrado’ el bardo cubano-gallego leyó su poema ‘Abel’.

También hizo uso de la palabra el vicepresidente del CUOH y director del boletín ‘La Cova Céltiga’ –que este año arriba a los 20 años de existencia–, Felipe Cid Domínguez, cuyo Boletín fue reconocido también con el Cervantes.

La directora del grupo de bailes ‘Fuente de Luz’, Yamilet García, presentó la propuesta de directiva para los jóvenes orensanos, que estará presidida por Mariana Anllo.

La actividad terminó con una parte cultural que contó con los gaiteros Marianita y Yuniel y el pequeño bailarín Addiel Estévez Bermúdez, que bailó una muñeira. Los jóvenes orensanos hicieron una nueva adquisición, la cantante Paloma, nieta de Oscar Pino Santos, que fuera embajador en el gigante asiático, que deleitó con su voz a los asistentes.

Al terminar la actividad se dio una merienda a los presentes.