Camilo Cendón: “El régimen de Maduro es asfixiante, quiere que dependas de ‘papá’ Estado”

Vigo, donde Camilo había vivido antes de emigrar, fue su refugio, y una vez en la ciudad olívica contó con el apoyo de la Asociación Amigos de Venezuela que lleva años ocupada en proporcionar a los recién llegados a Vigo información “para legalizar papeles” y realizar “cursos de formación” que facilitaran la integración.
En Caracas, a donde emigró por motivos personales, empezó como mozo de almacén en una empresa del sector textil regentada por gallegos, en la que llegó a ocupar los cargos de subgerente y gerente. Como comercial recorría Venezuela cada 15 días y hacía unos 3.000 kilómetros por carretera de cada vez. La compañía, que sigue ocupada en la venta al por mayor y detalle, estaba entre las dos o tres más fuertes del ramo textil en el país, donde los gallegos tienen amplia representación.
Una vez en Vigo, no le resultó muy difícil integrarse, porque contó con la ayuda de Amigos de Venezuela. Es por eso que no quiere dejar escapar la ocasión de poner en valor el trabajo que desde hace 22 años lleva a cabo su presidente, Manuel Pérez. “Hizo una labor que hay que reconocer y que ha desembocado en lo que hay hoy en día: asociaciones de venezolanos en toda Galicia, reunidas en una Federación (Fevega) para tratar de aglutinar todo el apoyo que se presta a los recién llegados, y con oficinas itinerantes” recorriendo distintos pueblos.
Camilo, que empezó a trabajar como autónomo a su regreso, llegó un momento en que se asfixió, “porque la situación era muy distinta a como yo la creía”, dice. Luego se fue a Madrid como empleado en una empresa de carpintería subsidiaria de El Corte Inglés y fue gracias a la constancia, la participación en cursos y la experiencia que pudo salir adelante y estuvo ocho o nueve años en esa situación.
Al enfermar sus padres regresó a Vigo para cuidarlos, aunque para ello tuvo que dejar a sus hijos en Alcalá de Henares, donde continúan sus estudios y a donde se desplaza dos o tres días cada mes para compartir tiempo con ellos.
Su condición de retornado le facilita analizar la situación que se vive en Venezuela que, según cree, evolucionó “a peor” desde comienzos de siglo, cuando él se fue del país. De eso, como otros muchos retornados, tiene constancia por la información que le llega de primera mano de los que todavía resisten –“Creo que no hay familia en Galicia que no tenga a nadie en Venezuela”, reconoce– por lo que sabe que “hay un deterioro enorme”. Y no se trata solo de deterioro “económico, que es asfixiante, porque han llegado a que dependas de ‘papá’ Estado”, denuncia, sino también de tipo social. Como ejemplo, comenta que, para el mantenimiento de parte de la población, se distribuyen “bolsitas” con comida, cuyo contenido empezó “siendo regular, pero cada vez es peor; cada vez es más lamentable, porque por cuestiones políticas se restringe y los alimentos que vienen en ella cada vez son peores, a veces hasta llegan podridos”, comenta.
Su idea es que los líderes del régimen bolivariano “quieren que todo dependa del Estado” y les interesa “que te sumes a los actos que organizan”. Además, “te vigilan en las elecciones, y hasta llegaron a agarrarle el voto a la gente mayor para marcarle lo que tienen que votar”.
Lo que está ocurriendo en Venezuela “es un deterioro cada vez peor”, lamenta, porque “con la delincuencia, no puedes salir, te tienen encerrado en casa”, y en el aspecto político “no puedes abrir la boca”. Pero “no solo eso”, ya que “si en el teléfono móvil te salta en la red social cualquier información que no le guste al Gobierno”, y se tiene la mala suerte de que “la policía te lo revisa, te meten en la cárcel” bajo acusación de ser “un terrorista o un desestabilizador”.
Camilo considera que “es impresionante cómo se ha llegado a esto” en Venezuela y aporta cifras de las personas detenidas por cuestiones políticas, que, dice, ascienden a 2.500 (según datos facilitados por otros medios de comunicación, se contabilizan 1.700) y cerca de 200 menores de edad, que por el simple hecho de tener en el móvil instaladas determinadas aplicaciones “fueron torturados, muchos con violencia sexual”. Además, más de 25 personas han sido asesinadas, y “tenemos a una gran parte de la cúpula de la oposición en la cárcel”. Aquellos que no están presos viven “presionados de una forma horrible para que no puedan ni manifestarse ni comunicarse con nadie, aislados totalmente y tienen que trabajar en la clandestinidad”, asegura.
Las actas que aportó la oposición y que son las que dan a Edmundo González ganador de las últimas elecciones se obtuvieron “gracias a María Corina Machado”. Según relata, la política logró hacer “una estructura donde unió lo político con lo social y gracias a esa estructura se consiguió por primera vez las pruebas”. Se trata de “actas verídicas”, asegura. Con un código QR “se logró sacarlas y tenerlas en las manos” y todo ello “gracias a los militares que custodiaron esos centros de votación, pero son los militares de a pie, no la cúpula”. “Ellos facilitaron a muchos de los testigos esas actas”, que “son las que dan a Edmundo ganador”.
“Nos sentimos contentos de que Edmundo tenga protección, pero lamentamos la gestión en la Embajada”, comentan otras venezolanos
La situación política en Venezuela es tan crítica que el líder de la oposición se vio en la obligación de exiliarse a España tras los comicios de julio. Antes firmó un documento en la Embajada de España en el país en el que se comprometía a dejar la política y reconocía a Maduro como presidente. El acto se llevó a cabo por mediación del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero y ni una ni otra circunstancia es del agrado de muchos de los venezolanos que viven asentados en Vigo. “Nos sentimos contentos de que Edmundo tenga protección”, pero “lo que lamentamos” es que la gestión diplomática se haya realizado bajo “territorio español” y con un agravante, que de las dos personas que le estaban presionando, una de ellas, Delsi Rodríguez, “tiene prohibida la entrada en la comunidad europea”, comentaron a este periódico. Con esta, “es la segunda vez que Delsi está pisando suelo europeo y siempre con Zapatero detrás”, denuncian, al que “consideran persona non grata para el pueblo venezolano, porque en ningún momento ha hecho nada por la gente”, sino “para ayudar a Maduro”. “La disculpa”, dicen, es que “se está negociando”, pero “las negociaciones son para dale un respiro a Maduro”, aseguran. Los venezolanos en Vigo vinculados a Fevega quieren dar las gracias a las instancias europeas por mostrar reconocimiento a Edmundo González, así como al PP por promover la adhesión del Congreso al líder de la oposición venezolana. Respecto al PSOE, que se abstuvo o votó en contra en estas votaciones, creen que acabará asumiendo la realidad, por la presión y por las movilizaciones en contra del régimen.