La imagen donada por los hermanos María y José Castelao

La Virgen de Luján, patrona de Argentina, fue entronizada en la Capilla de Los Martores, en Galicia

Desde el 29 de septiembre, la Virgen de Luján, patrona de la Argentina, fue entronizada en la Capilla San Manele, en Los Martores (Pontevedra, Galicia). La imagen fue donada por los hermanos María y José Castelao, nacidos en la Parroquia de San Miguel, y emigrados a Argentina en 1955.

La Virgen de Luján, patrona de Argentina, fue entronizada en la Capilla de Los Martores, en Galicia
Entronización Virgen de Luján Valga1
Entronización de la Virgen de Lujan en la Capilla de Los Martores.

Desde el 29 de septiembre, la Virgen de Luján, patrona de la Argentina, fue entronizada en la Capilla San Manele, en Los Martores (Pontevedra, Galicia). La imagen fue donada por los hermanos María y José Castelao, nacidos en la Parroquia de San Miguel, y emigrados a Argentina en 1955.

Llegaron en un año convulso, en el que una facción militar apoyada por parte de la población civil, acababa de destituir al presidente de entonces, Juan Domingo Perón, para llevar adelante lo que autodenominaron ‘Revolución Libertadora’.

Recién llegados se radicaron en la capital argentina que los acogió, igual que a cientos de miles de compatriotas que buscaban un refugio, paz y la oportunidad de labrarse un futuro para ellos y sus familias.

El ofrecimiento de los hermanos Castelao, explicaron, fue “un acto de gratitud por el amparo que muchos gallegos, entre ellos numerosos valgueses, recibieron en Argentina”.

La misa de entronización fue conducida por el canónigo de la Catedral de Santiago, el cesureño Elisardo Temperan Villaverde, que estuvo acompañado por el deán de la catedral compostelana, Segundo Pérez López, y el párroco de Valga, Arturo Lores.

A la misa, que fue cantada por la coral polifónica Santa Comba de Cordeiro, asistieron el alcalde de Valga, José Bello Maneiro; y la directora de Relaciones Institucionales y Parlamentarias de la Consellería de Presidencia de la Xunta, Blanca García Señoráns.

Al finalizar el acto litúrgico, en los alrededores de la capilla construida entre los siglos IV y V, unas 160 personas –autoridades y vecinos de los Martores y de las aldeas próximas de Los Vilares, Laceiras, Raxoi y Requién– compartieron un almuerzo campestre.