Buscaba honrar a las víctimas y desaparecidos en la reciente catástrofe natural en Valencia

La ‘Manifestación del silencio por Valencia’ en Delémont reunió a un gran número de personas de diversas nacionalidades

La ‘Manifestación del silencio por Valencia’ reunió recientemente a un gran número de personas de diversas nacionalidades en las calles de Delémont (Suiza), en un evento solemne cargado de simbolismo, respeto y emociones profundas.
La ‘Manifestación del silencio por Valencia’ en Delémont reunió a un gran número de personas de diversas nacionalidades
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Algunos de los asistentes al acto.

Convocada por Brenda Carril, integrante del grupo Galiza Celta de Delémont y oriunda de Camariñas, esta manifestación buscaba honrar a las víctimas y desaparecidos en la reciente catástrofe natural en Valencia. Brenda, residente en el cantón francófono suizo desde hace 14 años, lideró esta movilización con el respaldo del Ayuntamiento de la ciudad, logrando unir a la comunidad local en un acto de silencio y reflexión. La convocatoria solicitaba a los asistentes que acudieran vestidos de negro o ropa oscura, en señal de duelo por las vidas perdidas, y portando velas o farolillos como homenaje a los desaparecidos. Este acto, sencillo pero poderoso, simbolizaba tanto el luto como la esperanza de poder reencontrar a quienes aún no han sido hallados.

La organización del evento estuvo caracterizada por el respeto hacia el dolor de los afectados y la profunda admiración hacia la ciudadanía que, frente a la adversidad, se ha unido para ayudar en las tareas de rescate y reconstrucción en Valencia.

Uno de los momentos más emotivos de la manifestación fue la interpretación de ‘Amazing Grace’ por los gaiteros del grupo Galiza Celta. La solemne melodía, interpretada con gaitas inundó el silencio de Delémont con un sonido envolvente y melancólico que caló en los corazones de los presentes. Esta versión del himno, popularizado en Galicia en manos de Núñez y sus colaboraciones, llevó consigo un mensaje de consuelo y fortaleza. Las gaitas resonaban como una súplica, un llamado profundo a la esperanza en medio del duelo que parecía dibujar en el aire un camino de luz en homenaje a quienes habían perdido la vida y a los desaparecidos.

Este tributo musical añadió una dimensión espiritual a la manifestación, permitiendo que cada nota expresara el lamento colectivo por las vidas truncadas, así como, la gratitud y admiración hacia los voluntarios y ciudadanos que, “armados con palas y poco más”, se han volcado en ayudar en las zonas afectadas por la catástrofe. Brenda subrayó la necesidad de que la ciudadanía y las comunidades internacionales se mantengan vigilantes y solidarias para que ninguna vida quede desamparada ante las tragedias. La ropa oscura de los participantes transformó las calles de Delémont en un océano de duelo. Las velas y farolillos, sostenidos con firmeza por los asistentes, simbolizaban la esperanza y mantenían viva la memoria de los desaparecidos. La luz tenue de las velas iluminaba los rostros de personas de diversas nacionalidades, destacando la universalidad del dolor y la empatía ante el sufrimiento ajeno.

La ‘Manifestación del silencio por Valencia’ fue mucho más que una protesta. Fue una invitación a reflexionar sobre la responsabilidad colectiva en tiempos de crisis, un espacio para el duelo compartido y un llamado a la acción y la solidaridad entre personas de todas partes del mundo, así como una denuncia simbólica a la falta de respuesta adecuada por parte de las autoridades. El silencio de los asistentes representaba, en este contexto, el mutismo de las instituciones que no siempre responden a tiempo y con los recursos necesarios frente a desastres de esta índole.

La interpretación de ‘Amazing Grace’ por Galiza Celta caló en el corazón de los presentes, recordando que la música puede ser un puente que une, consuela y da fuerza en momentos de adversidad.

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