Cerca de un millar de personas se sumaron en las diferentes etapas del recorrido

El Centro Cultural Español Cervantes, protagonista del ‘I Camino de Santiago’ celebrado en El Tigre

El sábado 20 de julio se realizó el ‘I Camino de Santiago’ en la ciudad de El Tigre, sur del Estado Anzoátegui en Venezuela.
El Centro Cultural Español Cervantes, protagonista del ‘I Camino de Santiago’ celebrado en El Tigre

Con un recorrido de más de 18 kilómetros, que se inició en la Catedral Nuestra Señora del Valle, ubicada en el casco central de la ciudad, los peregrinos y fieles devotos continuaron a la Iglesia San Antonio de Padua (Pueblo Nuevo Sur), para luego seguir hasta la Iglesia Nuestra Señora de Fátima (Sector Valle de Guanipa), continuando al Centro Cultural Español Cervantes (CCEC), institución que aglutina a la comunidad española en la Mesa de Guanipa.

La peregrinación continuó a la Iglesia Santa Clara (Parroquia Edmundo Barrios), luego a la Iglesia San Francisco de Asís (Sector San José) y culminando en la Iglesia Santiago Apóstol (Sector Chaguaramos), este recorrido fue organizado y dirigido por el Pbro. Albert Jhon Medina Camacho, párroco de Santiago Apóstol; el Movimiento Cursillo de Cristiandad (MCC) Santiago Apóstol de Cáritas.

A esta manifestación religiosa se unieron las diferentes legiones que existen en El Tigre, alrededor de casi un millar de personas se fueron uniendo a lo largo del recorrido, en cada punto se hizo la oración del Apóstol Santiago acompañado de peticiones y cantos, 20 minutos duró cada parada.

El Centro Cultural Español Cervantes fue el único sitio que no era templo que recibió la imagen del Apóstol Santiago y a sus devotos. La secretaria general del Consejo Directivo, Jenny Capllonch Calderón, aprovechó la oportunidad de agradecer la visita, realizar las oraciones, a la vez que estuvo acompañada del presidente de la entidad, Juan Carlos Capllonch Calderón; el vicepresidente, Juan Raymundo Martín Suero, otros integrantes del Consejo Directivo, socios del CCEC, personal administrativo y obrero que labora en la entidad.

En el acto desarrollado en las instalaciones de la institución hispano-venezolana se pudo escuchar el ‘Viva España’ y el ‘Porompompero’, y vivas al Apóstol.

La tumba del Apóstol

Alrededor del año 813, o 820 según otras fuentes, en tiempos del rey de Asturias, Alfonso II el Casto, un ermitaño cristiano llamado Paio (Pelayo) le dijo al obispo gallego Teodomiro, de Iria Flavia, Padrón, A Coruña, que había visto unas luces brillando sobre un monte deshabitado. En el mismo hallaron una tumba, probablemente de origen romano, donde se encontraba un cuerpo decapitado con la cabeza bajo el brazo. El rey ordenó construir una iglesia encima del cementerio, origen de la Catedral de Santiago de Compostela, epíteto que proviene de campus stellae: “campo de las estrellas”, debido a las luces que aparecieron sobre el cementerio, o bien de compositum tellus, es decir: “Terreno bien dispuesto”.

En el mes de mayo de 1589, el pirata inglés Francis Drake amenazó Compostela después de desembarcar en A Coruña. El arzobispo, Juan de Sanclemente, acordó con el Cabildo de la Catedral ocultar cuanto de importante había en ella. Por ello, los restos fueron depositados en un escondrijo dentro del ábside de la capilla mayor, detrás del altar. Tales restos fueron encontrados a treinta metros de profundidad respecto del suelo en las excavaciones realizadas en la Catedral en 1878 y 1879 por Antonio López Ferreiro. La configuración actual de la cripta bajo el altar procede de las excavaciones realizadas a finales del siglo XIX. Los restos fueron depositados en una urna de plata realizada en 1886 por los orfebres Rey Martínez, dentro de un cofre de madera forrado con terciopelo rojo y con tres compartimentos, para Santiago, Atanasio y Teodoro.

En tales excavaciones, se pudo encontrar, entre los restos de un mausoleo romano, una inscripción sepulcral en griego, Athanasios martyr y los restos de tres personas distintas: dos de edad mediana y una en el último tercio de vida, lo que llevó a identificarlos con los tradicionales Santiago y sus discípulos Atanasio y Teodoro. No obstante, el papa León XIII nombró una congregación extraordinaria para el estudio de estos restos. Los documentos enviados a Roma, sin embargo, no le satisficieron, enviando a monseñor Agostino Caprara, promotor de la Fe en el proceso, a Compostela para que examinara sobre el terreno los restos y tomase declaración a quienes intervinieron. Caprara, no obstante, mandó analizar primero el presunto resto de Santiago venerado en Pistoia, tarea que estuvo a cargo del Doctor Chiapelli, quien dictaminó que se trataba de una apófisis mastoidea derecha con restos de sangre coagulada, pieza que habría sido separada a consecuencia de una decapitación.

El 8 de junio de 1884 llega a Santiago, y en el examen se constata que uno de los tres cráneos carece de apófisis mastoidea derecha. La resolución de la Congregación fue publicada el 25 de julio del mismo año, festividad de Santiago. León XIII publicó el 1 de noviembre del mismo año la Bula Deus Omnipotens, donde hacía un repaso a la historia del Santuario y llamaba a emprender nuevas peregrinaciones a Santiago.

El Camino de Santiago

El descubrimiento de la tumba del Apóstol supuso para el rey de Asturias una serie de beneficios: la aglutinación de sus territorios como un solo reino, bajo la especial protección del Apóstol, y la cristianización de la antigua ‘Vía del Finisterre’, ruta seguida tradicionalmente por muchos pueblos de religión céltica, hasta el pretendido fin del mundo.

De hecho, las peregrinaciones galas hacia el noroeste de España se han probado arqueológicamente, y se puede afirmar que los celtas –en el primer milenio antes de nuestra era– recorrían toda Europa para ir a estos sitios, donde celebraban sus matrimonios y otros ritos. Este camino precristiano se convierte así en el Camino de Santiago o Ruta jacobea, y Compostela en el tercer núcleo de peregrinación medieval, tras Roma y Jerusalén.

En el año 1122, el papa Calixto II instituyó y proclamó que en adelante tuvieran la consideración y privilegios de Año Santo Jacobeo todos los años en los que la fiesta litúrgica de Santiago, el 25 de julio, coincidiera con el día domingo.

Como Patrono de España que es, Santiago el Mayor (más conocido como Santiago Apóstol) también lo es de numerosos pueblos y ciudades que el día 25 de julio celebran en su honor fiestas religiosas. Santiago de Compostela (A Coruña) es la ciudad que mayores fiestas organiza en su honor. La catedral de la ciudad acoge esos días la mayor afluencia de peregrinos del año.

Coincidiendo con el patronazgo de España, Santiago el Mayor es patrono asimismo del Arma de Caballería del Ejército de Tierra. La frase final del Himno de esta arma es una de las más conocidas de España en la reconquista: Santiago y cierra, España.