La Asociación Española de Laprida realizó el tercer taller de cocina española, de la mano de ‘El Mercadillo’
Esta vez era el turno de lo dulce, y no podían faltar la tarta de Santiago y la crema catalana.
De la mano del cocinero Beto Bruno el momento es provechoso, porque la preparación de la clase la inicia varias horas antes para que nada quede librado al azar, cada participante tiene todo lo que necesita ya dispuesto en las mesas de trabajo, y el delantal los espera.
Él explica historia y tradiciones, y mientras cocina va dejando su experiencia y sus métodos claros y sencillos.
La ocasión permite un intercambio ameno y distendido, porque todos van con el mismo entusiasmo para aprender estas recetas.
El aroma de las almendras, el cítrico del limón y la naranja, con canela y azúcar quemado, invadía el lugar y, finalmente, en compañía de un buen vino rosado, degustaron lo cocinado.
Se van despidiendo y cada uno se lleva lo suyo, y no sólo lo que cocinó, también va la receta con la historia, y varios trucos compartidos.