Los aragoneses en Venezuela celebraron con entusiasmo la Fiesta de la Virgen del Pilar
Como ya se ha hecho costumbre en Venezuela, el Día de la Hispanidad se celebra con los aragoneses, que ese día festejan a su patrona, la Virgen del Pilar, también patrona de España. La Agrupación Aragonesa de Venezuela, aun sin sede y con escasos recursos, mantiene en contacto afectivo y permanente a maños, baturros y cazurros con sus raíces de Zaragoza, Huesca y Teruel.

Como ya se ha hecho costumbre en Venezuela, el Día de la Hispanidad se celebra con los aragoneses, que ese día festejan a su patrona, la Virgen del Pilar, también patrona de España. El motor todos los años es Antonio Pargada Gil, presidente de la Agrupación Aragonesa de Venezuela, la cual sin sede y con escasos recursos, mantiene en contacto afectivo y permanente a maños, baturros y cazurros con sus raíces de Zaragoza, Huesca y Teruel.
Como cada 12 de octubre, la jornada festiva se inició en la mañana con una misa, que no por solemne deja de ser animada y alegre, en la cual no faltó la homilía del sacerdote jesuita Javier Duplá Bernal, que por aragonés cumple cabalmente su papel como capellán de la Agrupación; acompañado del párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Pilar, padre Eduardo Durán Durán, y del párroco de la Iglesia de San Francisco, padre Álvaro Lacasta Larré.
La ceremonia se celebró en la Iglesia Nuestra Señora del Pilar, ubicada en la Urbanización Santa Fe Norte de Caracas, templo construido con donaciones a las que contribuyó la colonia aragonesa residenciada en Venezuela, cuya obra estuvo a cargo de María Luisa Lafarga Campos, arquitecto de origen aragonés. Allí acuden todos los años con flores a su patrona y los tradicionales cachirulos anudados en el cuello, y algunos niños lucen el traje tradicional de las tierras de origen de sus padres y abuelos. También este año asistieron parte de las autoridades diplomáticas y consulares españolas acreditadas en Venezuela.
En el día del Gran Encuentro Aragonés, el padre Duplá Bernal, durante su homilía, hizo alusión a los momentos difíciles que se viven en el país, al hablar de las bodas de Caná de cómo María intercede ante su hijo para solucionar el problema que tienen unos novios en su boda. “Hoy estamos en Venezuela en una situación bien distinta a la del regocijo de los esposos de Caná. Mucha gente malvive, no se alimenta bien, no tiene medicinas. Niños y enfermos mueren en los hospitales por falta de medicamentos. Hay mucha violencia en las calles, en el ambiente, en las declaraciones públicas de los que gobiernan. Hoy necesitamos más que nunca a la Virgen María a nuestro lado para pedirle que haga lo que hizo en Caná, que le diga a su hijo Jesucristo: Hijo, mira a esa gente, que carece de todo, que no puede vivir, que está aterrorizada por la violencia, la represión inclemente, el hambre, el miedo. Y Jesús escuchará su petición, aunque no seamos capaces de predecir cómo lo hará. Jesús la escuchará sin duda y nos ayudará como Él sabe hacerlo”.
Una vez finalizada la ceremonia, los niños que aún no habían recibido el ‘bautizo aragonés’ fueron pasados por el manto de la Virgen del Pilar, entregándoles a sus padres el diploma correspondiente. Seguidamente, todos los presentes entregaron sus ramos de flores en honor a la Pilarica, entonando su himno.
Estuvieron presentes en el oficio religioso Julio Navas López y Rodrigo Reyero Pita, cónsules generales adjuntos; Francisco Javier Rubio Rodríguez, consejero de Información de la Embajada de España; comisario Daniel Salgado Veiga, consejero de Interior y su esposa, Rocío Montoya Poveda; Cnel. Ej. Alejandro Rubiella Romañach, agregado de Defensa, su esposa, Kira Rudakova Ananyina, y sus hijos Sasha y Arturo; Santiago Ramón Alonso Pradillo, agregado de Interior; Juan Carlos Morón Melguizo, presidente del Centro Riojano Venezolano, y su esposa, Doritza Linares de Morón; Valero Sampedro, directivo del Centro Riojano; Mercedes Hernández y Ana María Martínez Blanco, vicepresidenta y asociada de la Asociación de Valencianos de Venezuela, respectivamente, entre otros.
Tarde aragonesa
El Salón Principal del Centro Riojano Venezolano fue el sitio de reunión, se llenó de familias que compartieron la buena mesa y el vino aragonés.
Después de los aperitivos y antes de la comida, el presidente de la Agrupación Aragonesa de Venezuela, Antonio Pargada Gil, empezó el acto con un saludo de bienvenida a las autoridades, a los invitados, a los aragoneses y a los simpatizantes.
Se dio inicio a una importante y tradicional ceremonia llamada ‘Huella Aragonesa en Venezuela’, galardón con el que la Agrupación Aragonesa destaca a diversos aragoneses, nacidos en Aragón o aragoneses de origen, que han dejado una marca en Venezuela y que han hecho un aporte al país con su vida, con su trabajo y con las familias creadas. Una distinción que es un reconocimiento a la huella dejada, pero también un ejemplo a seguir por las generaciones que les siguen.
Este año fueron seleccionados como ‘Huella Aragonesa 2018’, la experta en arte, guionista y humorista, Ana Luisa Ces Lalaguna; el diseñador George Michailoff Atance; y el funcionario consular Víctor Monge Uga.
Carlos Ramos Royo, secretario general de la Agrupación, con seriedad y buen humor, fue el encargado de anunciar a los seleccionados en este año y de presentarlos.
Pero, previamente, motivó ese espíritu de lucha que se encuentra tanto en los aragoneses que dejan su huella en Venezuela como en instituciones que trabajan con fe en un futuro mejor.
Ramos Royo dijo que, “a lo largo de estos años, los aragoneses a los cuales se les ha otorgado esta distinción han sido personas con ese espíritu de lucha. Buenas personas, cuyos abuelos y padres también se esforzaron y sobrevivieron en otros tiempos sin morir en el intento; con esa rasmia aragonesa como diría Antonio Pérez Esclarín, y gracias a los cuales todavía podemos contar hoy en día con una representación aragonesa “sobreviviente” que se niega a morir y continúa trabajando en la seguridad de que como dicen “llueve y escampa”.
Para finalizar la tarde aragonesa, no podía fallar la tradicional rifa convertida en un espectáculo por el secretario general. José Lerín entregó su obsequio de dos tratamientos de pedicura. También se rifó un fin de semana para dos personas en el Hotel Cristina Suites (cuatro estrellas), de Puerto La Cruz. Este año se tuvo la novedad de un premio especial que ofreció el galeno, Gerardo Silva, cirujano plástico y que generó expectativas en el mundo femenino presente: Un tratamiento de botox.