POR SU CONTRIBUCIÓN DE “FORMA REAL Y EFECTIVA” A ERRADICAR LA POBREZA EN PAÍSES DESFAVORECIDOS
La USAL y la Junta quieren el Nobel de la Paz para la Fundación Vicente Ferrer
El rector de la Universidad de Salamanca (USAL), Daniel Hernández Ruipérez, y el consejero de Interior y Justicia de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, anunciaron el pasado martes que encabezarán la candidatura de la Fundación Vicente Ferrer al Premio Nobel de la Paz, para la puesta en valor de una fundación que contribuye de “forma real y efectiva” a erradicar la pobreza en países desfavorecidos como la India.
El rector de la Universidad de Salamanca (USAL), Daniel Hernández Ruipérez, y el consejero de Interior y Justicia de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, anunciaron el pasado martes que encabezarán la candidatura de la Fundación Vicente Ferrer al Premio Nobel de la Paz, para la puesta en valor de una fundación que contribuye de “forma real y efectiva” a erradicar la pobreza en países desfavorecidos como la India.
El rector salmantino explicó que “el año pasado ya hubo un movimiento social para conseguirlo pero no fue posible. Por este motivo, la Universidad quiere respaldar esta propuesta y volver a presentarla. Es muy importante que se dé un premio como el Nobel de la Paz a una organización que se dedica de forma real y concreta a la cooperación. Está contribuyendo de forma práctica y eficaz a la erradicación de la pobreza y a la mejora de vida de las personas, en especial en la India”.
Según opinó el consejero de Interior y Justicia, la Fundación Vicente Ferrer está “realizando una labor impagable” que a su juicio es justo premiar con esta distinción. Además, recordó que esta organización lleva trabajando más de 40 años por quienes menos recursos tienen y la Junta de Castilla y León lleva colaborando con la misma desde hace 10 años.
Por su parte, el director de la Fundación, Jordi Folgado, destacó la importancia de recibir el premio Nobel de la Paz, ya que explicó que nunca se ha otorgado esta distinción a una organización dedicada al desarrollo y agregó que les daría la oportunidad de demostrar que hay gestiones que hacen posible erradicar la pobreza.
En su opinión, “no es posible” conseguir el objetivo de erradicar la pobreza sólo con medios, sino que las organizaciones para el desarrollo “son el camino” para mejorar la situación de muchas personas.
Sobre este aspecto incidió y reconoció que “quienes tienen los recursos y quienes trabajan en el terreno, pueden aportar soluciones” y, para ello, la consecución del premio Nobel de la Paz supondría dar “un paso de gigante”.
Con sistemas de trabajo, agregó, “se avanza seguro en el desarrollo” y con recursos se hace además “de forma rápida”.
Sobre la organización, destacó que es “estable” y que trabaja con las personas para buscar soluciones a los problemas, valiéndose de un sistema de trabajo “suficiente, eficaz y moldeable” para poder “adaptarse” de forma continua a las situaciones que surgen.
Por último, recalcó que para que estas medidas tengan éxito, las organizaciones no pueden ser “nómadas” del desarrollo y deben tener un compromiso con las zonas que dure en el tiempo hasta que las necesidades desaparezcan por completo.
El rector salmantino explicó que “el año pasado ya hubo un movimiento social para conseguirlo pero no fue posible. Por este motivo, la Universidad quiere respaldar esta propuesta y volver a presentarla. Es muy importante que se dé un premio como el Nobel de la Paz a una organización que se dedica de forma real y concreta a la cooperación. Está contribuyendo de forma práctica y eficaz a la erradicación de la pobreza y a la mejora de vida de las personas, en especial en la India”.
Según opinó el consejero de Interior y Justicia, la Fundación Vicente Ferrer está “realizando una labor impagable” que a su juicio es justo premiar con esta distinción. Además, recordó que esta organización lleva trabajando más de 40 años por quienes menos recursos tienen y la Junta de Castilla y León lleva colaborando con la misma desde hace 10 años.
Por su parte, el director de la Fundación, Jordi Folgado, destacó la importancia de recibir el premio Nobel de la Paz, ya que explicó que nunca se ha otorgado esta distinción a una organización dedicada al desarrollo y agregó que les daría la oportunidad de demostrar que hay gestiones que hacen posible erradicar la pobreza.
En su opinión, “no es posible” conseguir el objetivo de erradicar la pobreza sólo con medios, sino que las organizaciones para el desarrollo “son el camino” para mejorar la situación de muchas personas.
Sobre este aspecto incidió y reconoció que “quienes tienen los recursos y quienes trabajan en el terreno, pueden aportar soluciones” y, para ello, la consecución del premio Nobel de la Paz supondría dar “un paso de gigante”.
Con sistemas de trabajo, agregó, “se avanza seguro en el desarrollo” y con recursos se hace además “de forma rápida”.
Sobre la organización, destacó que es “estable” y que trabaja con las personas para buscar soluciones a los problemas, valiéndose de un sistema de trabajo “suficiente, eficaz y moldeable” para poder “adaptarse” de forma continua a las situaciones que surgen.
Por último, recalcó que para que estas medidas tengan éxito, las organizaciones no pueden ser “nómadas” del desarrollo y deben tener un compromiso con las zonas que dure en el tiempo hasta que las necesidades desaparezcan por completo.
