Villaviciosa reclama también el origen del presidente chileno

Villaviciosa reclama el origen maliayés del presidente electo de Chile, Sebastián Piñera. El mandatario chileno es descendiente de Celestino Piñera Peón, médico durante 49 años en la localidad colunguesa de Libardón, a través de una rama familiar que decidió emigrar a América en busca de un futuro mejor.
Villaviciosa reclama también el origen del presidente chileno
Villaviciosa reclama el origen maliayés del presidente electo de Chile, Sebastián Piñera. El mandatario chileno es descendiente de Celestino Piñera Peón, médico durante 49 años en la localidad colunguesa de Libardón, a través de una rama familiar que decidió emigrar a América en busca de un futuro mejor. Desde 1955 reposa en el panteón familiar del cementerio del pueblo, que fue visitado por el propio Sebastián Piñera hace 20 años. Pero este doctor rural, antepasado de quien ha conseguido retornar el poder en Chile, nació en La Granda, parroquia de Coro, en Villaviciosa.
Lo relata Emilio García, descendiente a su vez de los caseros de los Piñera, quien asegura que desconocía que un familiar de los anteriores propietarios de la casa viviera en un país latinoamericano y mucho menos que fuera a convertirse en una ilustre personalidad. Toda una sorpresa.
Los bisabuelos de Emilio, José García y Cándida Díaz, servían a los padres de Celestino Piñera. Eran Modesto Piñera, nacido en la casa de La Granda (Coro) y Serafina Peón, de Argüero (Villaviciosa). Cuando la mujer se quedó viuda (entonces su único hijo estudiaba Medicina en Madrid) los caseros pasaron a convivir con ella. Luego, el abuelo de Emilio García compró la casa a las hijas del médico de Libardón. Aún conservan parte de los enseres y pertenencias de la familia Piñera.
El médico Celestino nació en La Granda, al igual que su padre y sus tíos, los Piñera Naredo. Eran Modesto y Casimiro (obispo de Barbastro –Huesca– y Ciudad Real), Vicente (párroco en San Martín del Vallés, Villaviciosa) y José Benito. Emilio García aún conserva un breviario romano, de 1724, que pudo pertenecer a uno de estos dos religiosos, y en la sacristía de la iglesia de Coro luce un lienzo en el que se representa al mitrado.