El Centro Asturiano de Madrid ha reconocido el apoyo que siempre prestó a la institución

Fernández Campo, presidente de honor

El conde de Latores, Sabino Fernández Campo, ha recibido el único galardón que le faltaba del Centro Asturiano de Madrid. El nuevo ‘presidente de honor’ de esta institución se mostró muy halagado con el reconocimento. Agradeció este homenaje de la asociación afirmando que “merece la pena vivir noventa años” para obtenerlo.
Fernández Campo, presidente de honor
 Un momento del reconocimiento.
De izquierda a derecha, Aurelio Menéndez, el padre Angel García, Sabino Fernández Campo, Cosme Sordo, Francisco Rodríguez y Pilar Riesco, durante el acto.

El conde de Latores, Sabino Fernández Campo, ha recibido el único galardón que le faltaba del Centro Asturiano de Madrid. El nuevo ‘presidente de honor’ de esta institución se mostró muy halagado con el reconocimento. Agradeció este homenaje de la asociación afirmando que “merece la pena vivir noventa años” para obtenerlo. 

Sabino Fernández Campo, conde de Latores, ha sido nombrado ‘presidente de honor’ del Centro Asturiano de Madrid. Su ingente labor en favor de España a lo largo de su vida, su colaboración en la creación de la Fundación Príncipe de Asturias y el extraordinario apoyo que siempre ha prestado a la asociación en el desarrollo de todos sus proyectos fueron las razones por las que, en palabras de Cosme Sordo, presidente del Centro Asturiano de Madrid, era necesario y fundamental realizar este nombramiento.
Sordo repasó la dilatada biografía del galardonado en el acto para demostrar que Fernández Campo “es el asturiano más relevante de la última centuria”. Además, el presidente de la asociación le dedicó un poema de producción propia como homenaje a “San Sabino de Latores”.
Pilar Riesco, secretaria general del Centro Asturiano, inició la lectura de una larga lista de felicitaciones enviadas por distintas personalidades de la vida política, económica y social del Principado. Con ello se hacía patente el apoyo al homenajeado y la admiración que Sabino Fernández Campo causa en la sociedad asturiana.
El conde de Latores agradeció profundamente el título recibido. Fernández Campo se mostró halagado con este reconocimiento y afirmó que “merece la pena vivir noventa años para ser nombrado ‘presidente de honor’ de esta centenaria institución”. Recordó, además, que ha recibido todos los galardones de la asociación. “Ya sólo falta que me nombren ‘xanina’ del Centro Asturiano”, bromeó con los asistentes.
Después, Fernández Campos recordó su ingreso en el Centro Asturiano de la calle Arenal, bajo la presidencia del afamado restaurador Félix Fernández, haciendo repaso a numerosas anécdotas relacionadas, especialmente, con la sidrería situada en el sótano de este edificio.
La ceremonia se cerró con un vino español, en un acto en el que, entre otras personalidades, estuvieron presentes María Teresa Álvarez, esposa del homenajeado; Rafael Puyol, Efrén Cires, Francisco Rodríguez, el padre Ángel, Rafael Montini, el embajador González Amaro, Juan Luis Iglesias Prada, Mari Paz Pondal y Fernando Suárez.