LA COLONIA ASTURIANA DE CUBA HOMENAJEÓ A UN HOMBRE CON UN SIGLO DE AMOR A ASTURIAS Y A CUBA
Constantino Díaz cumple cien años
La colonia asturiana en Cuba festejó un cumpleaños muy especial: los cien años de Constantino Díaz Luces, Constante. En medio del jolgorio y de la alegría se festejó un siglo de vida del ilustre emigrante, forjada en el eterno compromiso con su tierrina natal y la isla caribeña que lo acogió como a un hijo más. Constantino Díaz Luces o, como lo llaman sus amigos, Constante, embarcó a los 14 años en el buque Alfonso XIII, desde el Puerto de Gijón, el 19 de noviembre de 1924, hacia la emigración con destino a Cuba. Dejaba atrás su patria querida, a sus seres más queridos y las frías aguas del Cantábrico.
La colonia asturiana en Cuba festejó un cumpleaños muy especial: los cien años de Constantino Díaz Luces, Constante. En medio del jolgorio y de la alegría se festejó un siglo de vida del ilustre emigrante, forjada en el eterno compromiso con su tierrina natal y la isla caribeña que lo acogió como a un hijo más.
Constantino Díaz Luces o, como lo llaman sus amigos, Constante, embarcó a los 14 años en el buque Alfonso XIII, desde el Puerto de Gijón, el 19 de noviembre de 1924, hacia la emigración con destino a Cuba. Dejaba atrás su patria querida, a sus seres más queridos y las frías aguas del Cantábrico.
Natural de Caravia
Constante nació el 11 de marzo en el concejo de Caravia y se radicó en Cuba en la municipalidad de Artemisa y en La Habana. En Artemisa conoció a Estela Martínez Posada, con la que se casó y tuvo una hija que le regaló tres nietos y tres bisnietos, que hoy constituyen el mayor orgullo de su vida.
En Asturias, Constante trabajó la tierra junto a su padre. Y en la isla fue, entre muchas cosas, dependiente de bodega, pero donde ejerció variados oficios y responsabilidades fue en el Centro Asturiano de Beneficencia. A esta sociedad ha estado vinculado más de 50 años y hasta hace dos fue su presidente. Actualmente, es el presidente de honor de dicha entidad, al igual que de la Unión Cabranense de La Habana, del Círculo Avilesino y del Círculo de Cudillero.
Asimismo, el presidente de honor de la Benemérita Sociedad Asturiana de Beneficencia lo es también de la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba. Actualmente, Constante, que celebró su cumpleaños rodeado de más de 200 amigos, desempeña con rigor y respeto sus labores como tesorero de las sociedades de Cabranes y Cudillero, donde es famoso por su integridad con las finanzas.
El festejo por los cien años de Constantino Díaz lo organizó la sociedad Unión Cabranense, y fue encabezado por su presidente, Julio Cesar Gonzales, y los dos vicepresidentes, Luis Mesa Castrillón y Andrés García López, y la secretaria de cultura Maritza Betancourt, además de la Junta Directiva en pleno. También encabezaron la festividad la presidenta de la FAAC, María A. Marcos, y el de la Asociación Asturiana de Beneficencia, José Manuel Martínez.
Mesa Castrillón obsequió a Constante con una botella de sidra tradicional asturiana mientras el presidente de la sociedad de Llanes, Manuel Pérez, le concedió un diploma que le hace presidente de Honor la sociedad. Igual distinción le entregó, José Serra, por la Unión Gozoniega, mientras la madre sor Julia Bailón, directora del Hogar de Anciano de Santovenia, le regaló un motivo religioso por la ancianidad.
El cuerpo de gaita de la Federación actuó en homenaje a Constante y le cantó la popular Marianita Morejón y su trío musical.
Constantino Díaz Luces o, como lo llaman sus amigos, Constante, embarcó a los 14 años en el buque Alfonso XIII, desde el Puerto de Gijón, el 19 de noviembre de 1924, hacia la emigración con destino a Cuba. Dejaba atrás su patria querida, a sus seres más queridos y las frías aguas del Cantábrico.
Natural de Caravia
Constante nació el 11 de marzo en el concejo de Caravia y se radicó en Cuba en la municipalidad de Artemisa y en La Habana. En Artemisa conoció a Estela Martínez Posada, con la que se casó y tuvo una hija que le regaló tres nietos y tres bisnietos, que hoy constituyen el mayor orgullo de su vida.
En Asturias, Constante trabajó la tierra junto a su padre. Y en la isla fue, entre muchas cosas, dependiente de bodega, pero donde ejerció variados oficios y responsabilidades fue en el Centro Asturiano de Beneficencia. A esta sociedad ha estado vinculado más de 50 años y hasta hace dos fue su presidente. Actualmente, es el presidente de honor de dicha entidad, al igual que de la Unión Cabranense de La Habana, del Círculo Avilesino y del Círculo de Cudillero.
Asimismo, el presidente de honor de la Benemérita Sociedad Asturiana de Beneficencia lo es también de la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba. Actualmente, Constante, que celebró su cumpleaños rodeado de más de 200 amigos, desempeña con rigor y respeto sus labores como tesorero de las sociedades de Cabranes y Cudillero, donde es famoso por su integridad con las finanzas.
El festejo por los cien años de Constantino Díaz lo organizó la sociedad Unión Cabranense, y fue encabezado por su presidente, Julio Cesar Gonzales, y los dos vicepresidentes, Luis Mesa Castrillón y Andrés García López, y la secretaria de cultura Maritza Betancourt, además de la Junta Directiva en pleno. También encabezaron la festividad la presidenta de la FAAC, María A. Marcos, y el de la Asociación Asturiana de Beneficencia, José Manuel Martínez.
Mesa Castrillón obsequió a Constante con una botella de sidra tradicional asturiana mientras el presidente de la sociedad de Llanes, Manuel Pérez, le concedió un diploma que le hace presidente de Honor la sociedad. Igual distinción le entregó, José Serra, por la Unión Gozoniega, mientras la madre sor Julia Bailón, directora del Hogar de Anciano de Santovenia, le regaló un motivo religioso por la ancianidad.
El cuerpo de gaita de la Federación actuó en homenaje a Constante y le cantó la popular Marianita Morejón y su trío musical.
