JOSE MARIA ALDARIZ, PRESIDENTE DEL CENTRO ASTURIANO DE SãO PAULO (BRASIL)

“Asturias está ahora de moda en Brasil”

Aldariz lleva cinco años al frente del Centro Asturiano de São Paulo, en Brasil. Le queda uno para terminar su mandato y no renovará su candidatura. Este asturiano, natural de El Entrego, prefiere trabajar “en la retaguardia” y ayudar con su experiencia a los más jóvenes. De momento piensa en las celebraciones, dentro de un par de años, del 50 aniversario del Centro y en los próximos acontecimientos gastronómicos y culturales de la asociación.
“Asturias está ahora de moda en Brasil”
 José María Aldariz, al frente del Centro Asturiano de São Paulo, durante su visita a Gijón este verano.
José María Aldariz, al frente del Centro Asturiano de São Paulo, durante su visita a Gijón este verano.

Aldariz lleva cinco años al frente del Centro Asturiano de São Paulo, en Brasil. Le queda uno para terminar su mandato y no renovará su candidatura. Este asturiano, natural de El Entrego, prefiere trabajar “en la retaguardia” y ayudar con su experiencia a los más jóvenes. De momento piensa en las celebraciones, dentro de un par de años, del 50 aniversario del Centro y en los próximos acontecimientos gastronómicos y culturales de la asociación.

El siete de septiembre es una fecha marcada en rojo en el calendario de los emigrantes asturianos en São Paulo, en Brasil. Cada año, ellos, junto con sus familiares y amigos se reúnen en torno a una paella para pasar “un rato muy agradable”. Es la Romería Asturiana del Centro astur de São Paulo. “Hacemos una misa, una procesión y colocamos a la Santina en su lugar”, explica el presidente de la entidad, José María Aldariz.
“Es un motivo para juntarnos y charlar con gente a la que no vemos durante todo el año”, relata Aldariz, que recuerda que este año el Centro Asturiano festeja, además, los 50 años de Romería.
Su origen se sitúa a finales de los cincuenta, “cuando São Paulo era una ciudad mucho más pequeñas de lo que es hoy”. En la ciudad brasileña “se juntaron algunos asturianos para hablar de sus cosas”, tal y como mantienen hoy en día. “Encontraron un lugar adecuado para poder juntarse, llevar sus comidas y disfrutar de un día de campo”, según el dirigente del Centro Asturiano.
Con este aniversario se preparan para la celebración del siguiente, los 50 años de fundamiento del Centro Asturiano de São Paulo. La asociación fue creada en 1961 por los primeros emigrantes astures que llegaron a la ciudad para trabajar y que convirtieron el Centro en punto de encuentro. “La emigración en aquella época lo que hacía era socorrerse y ayudarse, porque entonces la Seguridad Social apenas existía”, afirma José María Aldariz.
Diez años después de su fundación, se unificó con la Sociedad Hispano Brasileña de Socorros Mutuos-Casa de España. “Los socios fueron disminuyendo y no había posibilidades de sobrevivir. Se unificaron con la Casa de España, que era la más antigua y con las instalaciones más completas”, comenta el presidente del Centro. El Instituto Regional Valenciano, el Centro Andaluz o la Casa de Galicia, por ejemplo, hicieron el mismo proceso. “No todos se unificaron, pero la mayoría sí”, matiza Aldariz.


Amplia familia asturiana
José María Aldariz divide en dos a las personas que acuden al Centro Asturiano: “Los que son socios del Centro, que son muy pocos, y los asturianos que viven en São Paulo, porque no todos son miembros de la asociación”. De todas formas, la entidad pretende llegar a todos ellos, sean socios o no. Porque desde el Centro tienen claro que no es cuestión de dinero. “Hay una gran dificultad para ser socio, no porque sea caro, sino por las distancias. Por eso queremos mantener el contacto y estar siempre cerca”, defiende el presidente de la asociación. Así, pueden llegar a unas 600 ó 700 familias, una cifra algo mayor si se tiene en cuenta a los descendientes y familiares de estos asturianos en São Paulo.
Muchos de los emigrantes asturianos que viven ahora en São Paulo son jóvenes que van a Brasil a trabajar en las grandes multinacionales. Pero sigue habiendo una parte de los emigrantes que “tienen necesidades asistenciales”.
“Creo que lo que más necesitamos es el apoyo institucional y mantener el amor que tenemos a esta tierra. Si no, nuestros hijos oirán Asturias y sólo dirán que es la tierra de sus padres”, explica Aldariz. El responsable del Centro Asturiano añade que “los asturianos y los emigrantes, en forma general, tenemos un amor inmenso a nuestras raíces, queremos dejar de alguna forma nuestras tradiciones y que sepan que existe un lugar que se llama Asturias y que no es sólo una playa. Asturias es un lugar, una provincia, con algunas particularidades importantes”, dice Aldariz.
De todo ello se han percatado en los últimos tiempos. “Hace 10 años Asturias no les decía nada a ningún brasileño. Ahora es más conocido, porque los presidentes de Brasil, Fernando Henrique Cardoso y Luis Ignacio Lula da Silva, recibieron el Premio Príncipe de Asturias.
Pero la culpa de que “Asturias esté de moda en Brasil en los últimos años” tiene un nombre propio: Fernando Alonso. “En Brasil, la Fórmula 1 es uno de los deportes que más gusta a la población”. A lo que se suman algunas coincidencias. Fernando Alonso estuvo en una escudería con una bandera parecida a la de Asturias y el reportero de la televisión brasileña más importante siempre le llamaba ‘el corredor de Asturias’. Así, “las personas empezaron a interesarse por el Principado”.
Aunque hubo algo más que ayudó a poner a la región en boca de todos. “Fernando Alonso se hizo campeón del mundo por primera vez en São Paulo. Fue en el último domingo de septiembre, fecha en la que nosotros hacemos nuestra fabada asturiana. Tuvimos la suerte y casualidad de que cuando se hacía campeón del mundo en Brasil nosotros estábamos comiendo y con una pantalla gigante de televisión viéndolo”, explica Aldariz. “El móvil no me paraba de sonar para preguntar cómo estábamos los asturianos”, comenta orgulloso. Además, “como Fernando Alonso continúa, aunque no sea campeón del mundo, eso nos ayuda de alguna forma a estar siempre en primera plana”.


400 platos de fabada
Para recordar las peculiaridades de Asturias, nada mejor que una gran Fabada cada año. Eso sí, limitada a 400 personas. “Tenemos un límite de cuota de morcilla, que es lo que nos condiciona. Por ahora hay que llevarla desde el Principado como se pueda, porque sin la morcilla no podemos hacer las fabes. También llevamos el pimiento desde Asturias, aunque los 80 o 90 kilos de chorizo los hacen varias señoras en Brasil. Aldariz resume el secreto de la receta: “hacemos una fabada lo más próximo a aquello que conocemos”.
No es la única actividad gastronómica del Centro Asturiano de São Paulo. “En el mes de octubre pretendemos hacer una comida típida del Desarme, menú característico de Oviedo. Este año conseguimos hacerlo”, relata José María Aldariz. Además, hay nuevos objetivos a la vista: “este año también haremos una semana de gastronomía asturiana. Ya tenemos el restaurante ‘Eñe’, que hace jornadas gastronómicas de otras regiones”.
Pero también hay actos culturales, con charlas y el disfrute de la buena música. “Y al final un vino de honor y echarnos unos cantares; eso que no falte, que si no, no es una fiesta asturiana”, añade el presidente.


Relevo generacional
El reto de las asociaciones astures está claro para Aldariz. “El gran problema de los Centros Asturianos es el relevo. La cosa está difícil y es en ese sentido en el que necesitamos la ayuda institucional para poder despertar en nuestros hijos el sentimiento por Asturias. Si no, son brasileños, allí nacieron, se criaron, estudiaron...”.
Para evitarlo, ve con buenos ojos las medidas que se están llevando desde el Principado, con iniciativas como la Escuela de Asturianía o el Programa Alas. “Nos están ayudando a enviar a algunos aquí, para que estudien. Si no, somos media docena de ‘paisanos’ que vamos a jugar al tute y al dominó. A ver si a través de los jóvenes, podemos llevar las cosas de mejor modo”. Él, por si acaso, ya instruye a su nieto de tres años en la música asturiana. “Mi nieto tiene que ser gaitero o tambolirero”, bromea.
El responsable de la asociación agradece la ayuda institucional del Ejecutivo regional, “porque hay que agradecer siempre. Me parece que así se mantienen las puertas abiertas”, afirma el dirigente de la entidad de São Paulo. Asimismo, el Centro tiene acuerdos de colaboración con otras organizaciones asturianas como Cajastur, la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) o la Cámara de Comercio de Oviedo.”Tener el apoyo de ciertas instituciones también nos da cierto prestigio a nosotros ”, asegura José María Aldariz.
A todos, les recuerda la oportunidad empresarial que existe en el país sudamericano. “Brasil está llegando al futuro que merece. Se está desenvolviendo y está creciendo en los últimos años. Creo que españoles y asturianos están sabiendo aprovechar la oportunidad”. Además, los emigrantes de la Península cuentan con una ventaja: “Siempre fuimos allí a trabajar y dejamos allí la impresión de gente buena. Eso se puede aprovechar como una puerta abierta que continúe aportando y desarrollando el futuro de Brasil”.
De todas formas, José María Aldariz tampoco olvida su reclamación. “Mi petición es que nos consideren tan asturianos como cualquier asturiano de otro lugar. No se olviden que Brasil es también Sudamérica, y no sólo el país por el que pasan por encima para ir a otros lugares”.