Opinión

Imagen y publicidad de las aguas de Mondariz Balneario

“En mayo de 1915 aparece la revista mensual ilustrada Mondariz suplemento de La Temporada, publicada, como ya era habitual, en la imprenta de ‘Sucesores de Ribadeneyra’, en Madrid. La revista nace a iniciativa de Enrique Peinador Vela, según la revista Nós, como un nuevo ‘acto de afirmación galeguista’ que, haciendo propaganda de las cosas y problemas de Galicia, demostraba cómo la personalidad de su pueblo se acusaba en su capacidad de creación espiritual. La primera página de la publicación resumía en su propósito: ‘Podíamos condensar en una sola frase los móviles que nos guían para dar a la estampa la obra, cuyo primer fascículo llega ahora a vosotros, lectores. Con decir que queremos hacer patria, saldríamos del paso”, leemos en las páginas escritas por la ensayista e historiadora Yolanda Pérez Sánchez en la perla bibliográfica que es Buvette, ‘Aguas de Mondariz. Fuente del Val, S. A.’, 2008.

Imagen y publicidad de las aguas de Mondariz Balneario

Pues, ciertamente, si continuamos leyendo las páginas de la revista Mondariz, hallaremos aun una mayor precisión: “Mirando hacia la atracción de turistas a Galicia, se ideó y fue pergeñado este libro”. Porque, en efecto, la consolidada nombradía del Balneario, su progresivo crecimiento y su privilegiada ubicación transformaría a Mondariz Balneario en el “centro del turismo gallego”. De tal modo que la revista se convirtió en el cordón umbilical para propagar tan benéfica intención. ¿Su diseño? Muy semejante al de la revista Galicia Moderna (1897), acaso una de las más consideradas publicaciones gráficas de las postrimerías del siglo XIX hasta que vio la luz Vida Gallega.

La revista Mondariz engloba diferentes artículos en torno a las hermosas tierras y riquezas intelectuales de Galicia. Existe una singular dedicación a los “monumentos” de brillantez histórica, al igual que a otros muchos de varia índole del Balneario de Mondariz, concediendo prioridad a aquellos temas habituales en las publicaciones periódicas de carácter cultural en la Tierra Gallega de entonces.

Si nos detenemos en la primera página de cada número de la revista Mondariz, encontraremos los principales contenidos de ella: “Lengua Gallega. La Raza y sus Caracteres. Música. Usos y Costumbres. Paisaje, Clima, Tipos. Tradiciones de la provincia de Pontevedra”. Aun cuando en este “índice” no se alude a la Hidrología, entre 1915 y 1916 incorporaba una sección fija cuyo título era: “Opinión y biografía médicas”. Recordemos que sus artículos fueron recopilados en la publicación Álbum de Eminencias Médicas Hispano-Latinas que se obsequiaba a los suscriptores con el número de febrero en 1917. Ahora bien, desde 1920 en su interior se adjunta La Hoja Hidrológica a manera de “separata”, bajo la dirección –en Madrid– del catedrático de Hidrología Hipólito Rodríguez Pinilla. Mas la revista dejó de ser mensual en 1917 para salir de la imprenta tres o cuatro meses, hasta que el 20 de julio de 1922 se publica el último número.

He aquí que –desde la década de 1920– a la publicidad escrita se suma la creación de una imagen mediante ‘carteles’ y en espacios urbanos; incluso en el ‘metro’ de Madrid, donde un mural firmado por ‘Maga’ nos muestra la etiqueta de las botellas. Un dibujo en Nós, de Castelao, hasta agosto de 1922. Después, el diseño del pintor Cándido Fernández Mazas, con un joven vestido con el traje regional. “Seduce por lo serio y sencillo”, según Alfredo Vicenti.