Opinión

Inflación

Se veía venir. Algunos medios, en España, han comenzado a recoger la actitud de ciertos propietarios de pisos que han comenzado a subir a lo loco el precio de sus alquileres al detectar las nuevas ayudas del Gobierno a los jóvenes, de 240 euros. Esto es lo que sucede con un Ejecutivo como el actual, que se dice de izquierdas para obtener determinado voto pero no se atreve a enfrentarse a un reparto más justo de la riqueza.

Se veía venir. Algunos medios, en España, han comenzado a recoger la actitud de ciertos propietarios de pisos que han comenzado a subir a lo loco el precio de sus alquileres al detectar las nuevas ayudas del Gobierno a los jóvenes, de 240 euros. Esto es lo que sucede con un Ejecutivo como el actual, que se dice de izquierdas para obtener determinado voto pero no se atreve a enfrentarse a un reparto más justo de la riqueza. Eso sucede con las políticas de subvencionarlo todo, que al final acaban siendo tan perjudiciales como los recortes sociales de la derecha. Por un lado, todos los españoles pagamos de nuestro bolsillo el importe de las subvenciones a los jóvenes –incluso para aquellos con sueldos de envidia para el español medio– para alquilar una vivienda, pero quien se beneficia de ello es un propietario especulador que, en lugar de ser fiscalizado por el Estado, recibe una prima todavía mayor al beneficiarse de esta inflación. Pero los peor parados son aquellos ciudadanos que ya no son jóvenes y que, de golpe, han visto cómo el mercado de la vivienda de alquiler se ha puesto inalcanzable porque ha subido 240 euros de media. Cuando a un niño le dieron a escoger a quién debería arrojar desde un globo que perdía altura, y le pusieron delante a un joven y a un viejo, el niño dijo “al más gordo”. Pues eso es la justicia, atender a las personas por su necesidad real y no por su edad.

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