Opinión

Cocina Gallega

Dicen que no hay nada nuevo bajo el sol. Siempre se han ofrecido cenas y otras migas para obtener prebendas. En enero de 1657, los reyes visitaron el real sitio de la Zarzuela y el Marqués de Heliche pagó de su bolsillo una fiesta que costó la friolera de 16.000 ducados, ¡una fortuna para la época!Hubo músicos, comedias y un banquete de mil cubiertos que quedo documentado en unos avisos de un tal Barrionuevo.
Dicen que no hay nada nuevo bajo el sol. Siempre se han ofrecido cenas y otras migas para obtener prebendas. En enero de 1657, los reyes visitaron el real sitio de la Zarzuela y el Marqués de Heliche pagó de su bolsillo una fiesta que costó la friolera de 16.000 ducados, ¡una fortuna para la época!
Hubo músicos, comedias y un banquete de mil cubiertos que quedo documentado en unos avisos de un tal Barrionuevo. De su minucioso relato se desprende que en una olla se guisaron un becerro de tres años, cuatro carneros, doscientas palomas, cien perdices, cien conejos, mil pies de puerco y otras tantas lenguas, doscientas gallinas, treinta perniles, quinientos chorizos y otras mil zarandejas, ¡vaya olla que pagó el marqués! Claro que, además, el cronista da cuenta de conservas, pastelones, tartas, dulces, frutas, vinos y licores en enormes cantidades. Según Barrionuevo, después de comer casi cuatro mil personas, sobraron viandas que se llevaron a Madrid en grandes cestos. ¿El gasto fue de balde? No, a los pocos días, el Marqués de Heliche fue recompensado por el rey que le otorgó la dignidad de ‘Grande de España’. Claro que a veces, los agasajos y banquetes no sirven para lograr objetivos políticos. Unos años antes, en 1623, el Príncipe de Gales, más tarde Carlos I, viajó a España para intentar concertar su matrimonio con la infanta doña María, hermana de Felipe IX, y así terminar con las hostilidades de Inglaterra.
El príncipe llego acompañado del duque de Buckingham, los festejos fueron tan ostentosos que fue preciso derogar las rígidas leyes suntuarias y las pragmáticas normas de vestimenta que imperaban en la corte española. La relación de estos festejos se encuentran en numerosos documentos, como los Anales, de Pinedo, el tratado de Fiestas de Soto Aguilar, la Relación de la entrada pública del Príncipe de Gales en Madrid, en los que se cuenta lo mucho que se comió, se bebió y se obsequió al regio visitante. Al terminar uno de los banquetes, y siguiendo la costumbre inglesa de brindar por los reyes, dispararon los cañones de los buques ingleses y, coincidiendo con el estampido de los disparos, rodaron por tierra los aparadores y se destruyó la vajilla y cristalería, ante el asombro de los invitados que no esperaban tan catastrófico final de fiesta. Para colmo, el matrimonio no se concretó a pesar de los cinco largos meses que pasó el Príncipe de Gales en la Corte, y los corsarios ingleses siguieron saqueando, hundiendo galeones españoles y atacando las colonias americanas. Como contrapartida de la historia, ya convertido en Carlos I, el príncipe murió dramáticamente en el patíbulo. No hace tantos años, aquí en Buenos Aires, los dirigentes locales se desvivían por organizar multitudinarios banquetes, y salir en la foto junto a alcaldes, autoridades y candidatos variopintos. ¿Con la crisis mundial y el cambio en las reglas de juego democrático que cercenaron en varios sentidos el derecho a voto de los emigrantes dejaron de tener sentido las fiestas gastronómicas? Por el momento vemos que aún no perdieron vigencia las plaquetas, los homenajes a todo tipo de personajes en tránsito y las fotos de rigor, pero pocos alcaldes vendrán de aquí en más. De nosotros dependera que la Galicia Austral que supimos construir sobreviva sin ellos, que la mesa siga servida para compartir con los seres queridos que no piden votos a cambio.

Ingredientes-Lentejas guisadas:
500 gramos de lentejas, 1 cabeza de ajo, 3 dientes de ajo, 2 cebollas, 4 tomates maduros, 1 pimiento verde, 1 pimiento rojo, 2 zanahorias, 1 chorizo, panceta ahumada, pimentón, sal, pimienta negra molido, perejil, 2 hojas de laurel y aceite.

Preparación:
Hacer un sofrito echando los dientes de ajo, 1 cebolla, los pimientos, los tomates, todo picado, aceite y sal. Cocer a fuego lento una hora añadiendo líquido si es necesario. Echar la salsa, incorporar las lentejas, el laurel, la cabeza de ajo, la cebolla y un tomate entero. Dar unas vueltas y agregar las 2 zanahorias en rodajas finas, el perejil picado, el chorizo y la panceta en cubos, sazonar con pimienta y pimentón. Cubrir con agua caliente y cocer a fuego suave una hora. Dejar reposar y servir.