Opinión

Cocina Gallega

Cuando todavía algunos ignoran el fenómeno de la emigración masiva que desangró a España, y particularmente a Galicia en la primera mitad del siglo XX, el exilio de tantos compatriotas a partir de 1940, y el camino de Europa que otros trajinaron buscando un mejor futuro en la década del 60; cuando esos mismos sacan a relucir rostros y actitudes xenófobas ante tanto inmigrante del Este o de África, y no abrieron totalmente los brazos para
Cuando todavía algunos ignoran el fenómeno de la emigración masiva que desangró a España, y particularmente a Galicia en la primera mitad del siglo XX, el exilio de tantos compatriotas a partir de 1940, y el camino de Europa que otros trajinaron buscando un mejor futuro en la década del 60; cuando esos mismos sacan a relucir rostros y actitudes xenófobas ante tanto inmigrante del Este o de África, y no abrieron totalmente los brazos para recibir a los retornados, ven sin sorpresa que muchos de sus vecinos ‘residentes’, especialmente los mas jóvenes, deciden emigrar, alejarse del sueño europeo que los deslumbró y les provocó una suerte de amnesia histórica, cierta soberbia viral. Leí que los llaman la generación de los (pre) parados porque se trata de jóvenes altamente calificados pero sin trabajo. Representan el segmento más golpeado por la crisis económica europea, que jaquea a España desde 2008. Ante un futuro incierto (entenderán ahora el sentimiento de los que se fueron antaño), en los últimos dos años, más de 110.000 de ellos decidieron partir para buscar en otros lugares la prosperidad que su patria les niega. Aunque la gran mayoría eligió como destino países desarrollados, casi 35.000 ya llegaron a la Argentina para estudiar o trabajar. El promedio (1.200 por mes) ubica a los españoles como tercer grupo migratorio no latinoamericano del país, detrás de los chinos y los estadounidenses.
Un éxodo inesperado o un nuevo capítulo sobre la historia de vínculos y pasiones que une a España con la Argentina desde hace más de 200 años: un proceso con réplicas en el pasado, y viajes circulares que se repiten una y otra vez. El español que arribó al Río de la Plata entre 1860 y 1930, venía dispuesto a quemar naves. Para él la prosperidad estaba en la Argentina, pero en aquellos casos no había retorno posible a la Patria, apenas la esperanza de curar tanta morriña creando Nuevas Galicias en la diáspora. Los nuevos migrantes piensan que ahora quizás sea diferente. Como sea, el fenómeno actual aparece para marcar un cambio de época y confirmar que la tierra prometida finalmente no existe, o siempre esta en otro lugar.
Claro que las estadísticas a veces engañan, si bien hay mayoría de españoles naturales, otros son argentinos con doble nacionalidad que se fueron a España en 2001 y pegan la vuelta, huyendo de otra crisis, quizás menos cruel pero crisis al fin. También hay estudiantes españoles que frente a la desolación del paro (otra manera de decir desempleo), vinieron al país para seguir capacitándose. A todos los empuja el mismo drama y los seduce el mismo escenario: en Argentina vive la mayor comunidad de paisanos fuera de España, lo que ejerce para muchos es fundamental. La misma masa de compatriotas a la que quieren cercenar su derecho de voto los arropa sin recelos.
El perfil del actual expatriado español en la Argentina suele corresponder con hombres jóvenes cuyas prioridades laborales son la autonomía profesional y la perspectiva de hacer carrera en alguna compañía. También existe un número más reducido de ejecutivos de grandes empresas españolas que operan en diferentes países. La idea de estos es quedarse entre tres y cinco años, pero este cocinero ya conoce a muchos que pasaron la década y echaron raíces aquí en el sur.
En general se trata de jóvenes entre 25 y 35 años sin responsabilidades familiares y con formación calificada, lo que alimenta la tesis de la ‘fuga de cerebros’. Diez años atrás, el desplome de la Argentina produjo un éxodo similar de talentos que buscaban en Europa posibilidades de supervivencia, aun afrontando problemas por falta de papeles. Algo que se repite en este viaje inverso: Los españoles que llegan como turistas no tienen mayores inconvenientes. Con pasaporte al día, obtienen un permiso de tres meses de estadía. Pero los que pretenden instalarse deben presentar, además, certificado de antecedentes penales en España y Argentina, partida de nacimiento y cartas de las instituciones donde vienen a capacitarse, o contrato laboral. Eso, sin embargo, no garantiza que el Estado Argentino les otorgue la residencia definitiva. A cocinar, mientras estamos aquí, sentados en el umbral de nuestra casa.

Ingredientes-Tarta abierta de verduras:
Masa de hojaldre, 200 gramos de puerros, 2 cebollas, 2 dientes de ajo, 2 huevos, 50 gramos de queso rallado, orégano, manteca, 2 tomates maduros, harina, sal, pimienta.

Preparación:
Enmantecar y enharinar un molde pizzero redondo, y cubrir el fondo con el hojaldre, dejando que los bordes cuelguen hacia fuera. Pinchar para que no hinche demasiado al cocer y pintar con huevo batido. En una sartén, saltear la cebolla y los puerros picados. Reservar. Cortar los tomates en rodajas muy delgadas y picar los ajos. Poner los tomates cubriendo el fondo, espolvorear un poco de ajo y el orégano. A continuación añadir la cebolla y el puerro y cubrir con otra capa de tomate, ajo y orégano. Por último espolvorear el queso rallado. Doblar hacia adentro los bordes de la masa y pintar con huevo batido. Hornear a 160° 30 minutos. Se puede servir caliente o templada.