SEGÚN EXPLICÓ LA SUBDIRECTORA GENERAL DE RELACIONES EXTERIORES DEL GOBIERNO CATALÁN

El apoyo de la Generalitat a los catalanes del exterior se hace “exclusivamente” a través de los casales

Francesca Guardiola i Sala, subdirectora General de Relaciones Exteriores de la Generalitat, hizo un repaso por la historia de las migraciones de Cataluña y el apoyo de la administración a las Comunidades Catalanas en el Exterior.
El apoyo de la Generalitat a los catalanes del exterior se hace “exclusivamente” a través de los casales
 Intervención de Francesca Guardiola i Sala, subdirectora General de Relaciones Exteriores de la Generalitat
Intervención de Francesca Guardiola i Sala, subdirectora General de Relaciones Exteriores de la Generalitat
Francesca Guardiola i Sala, subdirectora General de Relaciones Exteriores de la Generalitat, hizo un repaso por la historia de las migraciones de Cataluña y el apoyo de la administración a las Comunidades Catalanas en el Exterior.
Según explicó en el V Congreso Mundial de Comunidades Vascas en el Exterior, la historia de las migraciones en Cataluña comenzó en la segunda mitad y finales del siglo XVII pero las primeras instituciones que agrupan a los catalanes del exterior datan de finales del siglo XIX con la constitución en La Habana de la Sociedad de Beneficencia de Naturales y Descendientes de Cataluña (1840) y la Asociación Catalana de Socorros Mutuos y Montepío de Monserrat de Buenos Aires, en 1857. Las migraciones del siglo XX se debieron primero al exilio provocado por la Guerra Civil y, en la segunda mitad, a la económica. Actualmente, la globalización ha cambiado el perfil “y encontramos un emigrante joven, profesional y formado que busca salida fuera para dar respuesta a sus inquietudes personales”, explica Guardiola quien recuerda que hay 173.000 ciudadanos de Cataluña que residen en el exterior, de los que 84.000 viven en América; 79.000, en Europa; 3.000, en Asia; 1.000, en África; y 1.700, en Oceanía.
Guardiola recordó que “el apoyo a los catalanes del exterior se hace exclusivamente mediante los casales”, entidades culturales sin ánimo de lucro que tienen como principal objetivo “la difusión y promoción de la cultura y la lengua catalana” en el lugar donde están establecidas.
Las primeras entidades que agruparon a los catalanes del exterior nacieron con carácter mutual y asistencial para ayudar a los catalanes que no les había ido bien en el proceso de emigración. “A continuación, durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, se crearon distintas entidades en América por la emigración de carácter económico y que querían mantener sus costumbres y su lengua en sus lugares de establecimiento como es el caso una vez más de Buenos Aires, Rosario, Mendoza, Bahía Blanca y Córdoba, en Argentina; Montevideo, México, Santiago de Chile, Marsella, Bruselas, etc.”, explica Guardiola quien recuerda que las migraciones del siglo XX, “con sus motivaciones tanto económicas como políticas” supusieron la creación de nuevas entidades y reforzamiento de las ya existentes que recogieron exiliados de la Guerra Civil como México, Venezuela, Chile, Uruguay y Argentina. En las migraciones económicas de la segunda mitad del siglo XX nacen instituciones en Suiza, Estados Unidos, Alemania, Francia y Canadá.
En los últimos diez años de evolución “la creación de las nuevas entidades ha sido constante y los efectos de un nuevo marco económico fruto de la globalización” hacen que no haya ninguna zona preferente para establecer y hacen que podemos citar Beijin –que es la última incorporación- Salzburgo, Reikiavik, Londres o San Rafael”.
Actualmente, -comentó la subdirectora general- hay 126 centros catalanes, aunque 30 están inactivos, repartidos por 41 países. Se calcula que agrupan a 20.000 personas entre catalanes de origen, descendientes y ciudadanos interesados en la cultura catalana.
Las principales actividades de los centros de catalanes “abarcan dos grandes ámbitos”, uno de tipo interno, que hace referencia al contacto de los miembros con la cultura catalana, y otro de cara al exterior, que se refiere a la difusión de la lengua y cultura en su área de establecimiento. En este ámbito cabe destacar que 40 entidades del exterior ofrecen clases de catalán pero no universitarias.
Guardiola i Sala recordó que la normativa catalana que regula la relación con los catalanes del exterior data del año 96 y que el Estatuto de Autonomía reformado en el año 2006 hace referencia “de forma explícita y por primera vez a las comunidades catalanas en el exterior” y se reconoce que hay que fomentar los vínculos culturales con las comunidades del exterior y hay que prestarles la asistencia necesaria.
Una de las novedades de este año, es la agrupación de las subvenciones de los convenios de tipo plurianual y las subvenciones de tipo extraordinario en una sola convocatoria pública de subvenciones, explicó Guardiola quien también hizo referencia a los programas de becas, tanto para estancias en las comunidades para jóvenes catalanes y para que los jóvenes del exterior puedan cursas estudios de tercer ciclo en Cataluña.
Las guías del retorno, el envío de material audiovisual, las exposiciones y conferencias son otros de los ámbitos de actuación del Gobierno catalán en el exterior.
La subdirectora general también recordó que los catalanes del exterior tienen dos órganos de participación: el Consejo de Comunidades Catalanas del Exterior y el Encuentro Mundial de Comunidades Catalanes. Paralelamente se encuentran, según Guardiola, los encuentros de redes geográficas, “que se intenta que sean encuentros de carácter de coordinación muy ejecutiva en el que se configuran espacios de trabajo y coordinación”, y la formación de dirigentes de las comunidades del exterior.