SE LE IMPUSO LA MEDALLA EN SANTA COMBA
La ciudad de Río de Janeiro condecora al periodista y escritor gallego Miguel Boó
El Ayuntamiento de Río de Janeiro impuso la Medalla Pedro Ernesto al periodista, escritor y músico gallego José Miguel Alonso Boó, en reconocimiento a sus méritos en la contribución al hermanamiento entre ambos pueblos, en los ámbitos de la cultura, el arte, la literatura y la música.

El Ayuntamiento de Río de Janeiro impuso la Medalla Pedro Ernesto al periodista, escritor y músico gallego José Miguel Alonso Boó, en reconocimiento a sus méritos en la contribución al hermanamiento entre ambos pueblos, en los ámbitos de la cultura, el arte, la literatura y la música. Igualmente se le reconoció su labor como secretario general de la Asociación Gallega de Amistad con Israel. Boó recibió la medalla recientemente en el Pabellón Multiusos de Santa Comba, municipio coruñés hermanado con Río de Janeiro, a donde emigraron muchos de sus vecinos.
La ceremonia de entrega la protagonizó la delegación de la ciudad brasileña, compuesta por el representante del poder legislativo de Río de Janeiro Xulio Cesar Barcelos y el coronel de las Fuerzas Armadas de Brasil Paulo Cordeiro, que estuvo acompañada por el alcalde de Santa Comba, Miguel Pérez. También fueron galardonados el ex alcalde de la localidad José Antonio Ucha Velo y el médico José Enrique Duarte Novo.
En ediciones anteriores, la distinción recayó en el escritor Manuel Rivas, el presidente del Pen Club, Luis González Tosar, y el gallego e hijo adoptivo de Río Manuel Rieiro Romar, a quien el Rey Juan Carlos le impondría también la Cruz de Isabel La Católica. Rieiro Romar es el padrino del actual gobernador del Estado de Río, Sergio Cabral, que será el candidato del Partido del Movimiento Democrático Brasileiro (centro izquierda) para suceder a Lula da Silva.
Quien da nombre a la condecoración –y también al palacio que alberga al Ayuntamiento de Río– fue el médico Pedro Ernesto, que llegaría a ser alcalde de la ciudad y a salvarla de una epidemia de fiebre amarilla ocurrida en los años 20 del pasado siglo.
El acto también fue un homenaje a los 50 años de bossa nova y a la memoria de sus creadores, Vinicius de Moraes, Tom Jobin y Baden Powell, que en el año 62 consiguieron internacionalizar el nuevo ritmo tras un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York.
Con la emigración como vínculo
En su intervención, Boó recordó su infancia y la faceta de coleccionista de sellos que desarrolló en ella, en la localidad gallega de Verín, en plena época de emigración en Galicia. “Muy pronto junté tantos sellos de Brasil y Argentina como de España”, recordó, situando allí su primera relación con lo brasileño.
Así, dijo, fue la emigración la que le puso en contacto con aquel país y volvió a ser la emigración la que en 1986 fue el catalizador para que se encontrase con “un carioca universal que al mismo tiempo viene siendo un gallego excepcional”, Manolo Rieiro Romar, que también se hallaba en el acto, con quien amplió sus vínculos culturales, musicales y sentimentales con Brasil y en particular con Río. Ahora, Boó prepara una biografía de Rieiro.
Como periodista, Boó ha difundido la cultura de este país y ha colaborado en el enaltecimiento de la bossa nova. También participó en las primeras gestiones para que el concello natal de los padres de la escritora brasileña Nélida Piñón, Cotobade, la nombrase hija adoptiva.
Donación de un cuadro
Algunos de los protagonistas de la bossa nova, recordó, están retratados en el cuadro ‘No templo da cultura brasileira’, junto con, entre otros, Juscelino Kubitscheck de Oliveira, primer mandatario constitucional brasileño. El lienzo, pintado por Eurico Abreu, retrata a esos personajes en el mítico restaurante ‘Antonio´s’, que durante tres décadas regentó Riero Romar. Boó anunció haber convencido a Riero para que lo done a la Fundación Cravo Albin de Río.
En tanto que secretario general de la Asociación Gallega de Amistad con Israel, Boó dijo sentirse muy orgulloso de que Río de Janeiro valorase su labor en este ámbito y recordó que los judíos se asentaron en Brasil donde, entre otras cosas, fundaron la primera sinagoga de América.
Ya en 1998, la Cámara Municipal de Río de Janeiro aprobó una moción en la que expresaba su cariño y admiración por la trayectoria profesional de Boó.
La ceremonia de entrega la protagonizó la delegación de la ciudad brasileña, compuesta por el representante del poder legislativo de Río de Janeiro Xulio Cesar Barcelos y el coronel de las Fuerzas Armadas de Brasil Paulo Cordeiro, que estuvo acompañada por el alcalde de Santa Comba, Miguel Pérez. También fueron galardonados el ex alcalde de la localidad José Antonio Ucha Velo y el médico José Enrique Duarte Novo.
En ediciones anteriores, la distinción recayó en el escritor Manuel Rivas, el presidente del Pen Club, Luis González Tosar, y el gallego e hijo adoptivo de Río Manuel Rieiro Romar, a quien el Rey Juan Carlos le impondría también la Cruz de Isabel La Católica. Rieiro Romar es el padrino del actual gobernador del Estado de Río, Sergio Cabral, que será el candidato del Partido del Movimiento Democrático Brasileiro (centro izquierda) para suceder a Lula da Silva.
Quien da nombre a la condecoración –y también al palacio que alberga al Ayuntamiento de Río– fue el médico Pedro Ernesto, que llegaría a ser alcalde de la ciudad y a salvarla de una epidemia de fiebre amarilla ocurrida en los años 20 del pasado siglo.
El acto también fue un homenaje a los 50 años de bossa nova y a la memoria de sus creadores, Vinicius de Moraes, Tom Jobin y Baden Powell, que en el año 62 consiguieron internacionalizar el nuevo ritmo tras un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York.
Con la emigración como vínculo
En su intervención, Boó recordó su infancia y la faceta de coleccionista de sellos que desarrolló en ella, en la localidad gallega de Verín, en plena época de emigración en Galicia. “Muy pronto junté tantos sellos de Brasil y Argentina como de España”, recordó, situando allí su primera relación con lo brasileño.
Así, dijo, fue la emigración la que le puso en contacto con aquel país y volvió a ser la emigración la que en 1986 fue el catalizador para que se encontrase con “un carioca universal que al mismo tiempo viene siendo un gallego excepcional”, Manolo Rieiro Romar, que también se hallaba en el acto, con quien amplió sus vínculos culturales, musicales y sentimentales con Brasil y en particular con Río. Ahora, Boó prepara una biografía de Rieiro.
Como periodista, Boó ha difundido la cultura de este país y ha colaborado en el enaltecimiento de la bossa nova. También participó en las primeras gestiones para que el concello natal de los padres de la escritora brasileña Nélida Piñón, Cotobade, la nombrase hija adoptiva.
Donación de un cuadro
Algunos de los protagonistas de la bossa nova, recordó, están retratados en el cuadro ‘No templo da cultura brasileira’, junto con, entre otros, Juscelino Kubitscheck de Oliveira, primer mandatario constitucional brasileño. El lienzo, pintado por Eurico Abreu, retrata a esos personajes en el mítico restaurante ‘Antonio´s’, que durante tres décadas regentó Riero Romar. Boó anunció haber convencido a Riero para que lo done a la Fundación Cravo Albin de Río.
En tanto que secretario general de la Asociación Gallega de Amistad con Israel, Boó dijo sentirse muy orgulloso de que Río de Janeiro valorase su labor en este ámbito y recordó que los judíos se asentaron en Brasil donde, entre otras cosas, fundaron la primera sinagoga de América.
Ya en 1998, la Cámara Municipal de Río de Janeiro aprobó una moción en la que expresaba su cariño y admiración por la trayectoria profesional de Boó.