Mesas de debate

Ya por la tarde, se celebraron tres mesas redondas. La primera de ellas bajo el título ‘Los Centros y Casas de Asturias en el siglo XXI’, en la que participaron el presidente del Centro Asturiano de Madrid, Valentín Martínez-Otero; el presidente del Centro Asturiano de Lausanne y alrededores, Emilio Álvarez, y el presidente del Centro Asturiano de Santa Fe, Gustavo José Cueto. Actuó como moderador Manuel de Barros, secretario General de FICA. Y fueron muchas las cuestiones planteadas por los asistentes.

Ya por la tarde, se celebraron tres mesas redondas. La primera de ellas bajo el título ‘Los Centros y Casas de Asturias en el siglo XXI’, en la que participaron el presidente del Centro Asturiano de Madrid, Valentín Martínez-Otero; el presidente del Centro Asturiano de Lausanne y alrededores, Emilio Álvarez, y el presidente del Centro Asturiano de Santa Fe, Gustavo José Cueto. Actuó como moderador Manuel de Barros, secretario General de FICA. Y fueron muchas las cuestiones planteadas por los asistentes.

Entre los planteamientos destacó la intervención de la presidenta del Centro Asturiano de Miami que se lamentó de que su centro esté un poco al margen de los centros asturianos de América. “¿Qué pasa con América del Norte? Cuando se habla de los centros de América siempre se hace referencia a América del Sur. Hay que tener en cuenta una cosa: nuestro centro lleva 40 años de existencia y es un punto de encuentro para el mundo y lo sería para Asturias. Todo el mundo quiere ir a Miami, es la puerta de entrada a América y podría ser la puerta de entrada a Asturias”.

A estas cuestiones le respondió el presidente del Centro de Santa Fé que señaló que “la idea es que todos los Centros Asturianos de América estemos vinculados. Lo ideal sería que en la próxima reunión, que se celebrará en abril, esto quede clarificado y solucionado.”.

La necesidad de resolver los problemas de comunicación fue uno de los compromisos que quedaron patentes durante la charla.

Otro de los intervinientes en el debate fue Florentino Martínez Roces, presidente del Centro Asturiano de Málaga y presidente de Langreanos por el Mundo, que destacó que “la supervivencia de los centros asturianos es muy difícil, pese a la ilusión que existe”.

También  abordó el tema de las subvenciones de la Agencia Asturiana de Emigración. “Han de ir a los centros necesitados, y también sería necesaria la implicación de otros órganos como la Consejería de Industria, Comercio y Turismo; hay que buscar financiación por distintas partes”.

El presidente de Málaga, además, planteó un interrogante: “¿hay estadísticas del porcentaje de asturianos que hay en Madrid?” A esta cuestión le respondió el presidente del Centro Asturiano de Madrid que reconoció que en la capital de España hay más de 40.000 asturianos, a los que hay que añadir hijos de asturianos, “pero no tenemos datos actualizados por la Ley de Protección de Datos”.

Begoña Serrano concluyó que los Centros Asturianos han sobrevivido a los tiempos a pesar de que, en ocasiones, no tuvieron el apoyo de algunos gobiernos. Asturias necesita que los Centros Asturianos sobrevivan. “Sois un patrimonio muy importante para nosotros. Hacemos muchas cosas con presupuestos pequeños y sin vosotros, Asturias perdería algo muy importante. Estáis muy valorados. Tenemos asturianos peleando por Asturias en todos los continentes”.

La segunda mesa de debate versó sobre ‘Las cinco cuestiones más importantes para quienes retornan’, un debate moderado por la directora General de Emigración, Begoña Serrano, y en el que intervinieron Pilar Burgo, presidenta de la Asociación de Emigrantes Españoles Retornados a Asturias; Covadonga Díaz González, trabajadora Social de la Consejería de Presidencia, y Mario Margolles, director General de Planificación, Ordenación e Innovación Sanitaria de la Consejería de Sanidad.

Covadonga Díaz aportó datos acerca de las consultas de los retornados. “El criterio para señalar la población retornada son las bajas consulares, que no son fiables al cien por cien. El grueso de los retornados procede de América del Sur y, en segundo lugar, de países de la Unión Europea”.

Los retornados vuelven, esencialmente, tras la jubilación. Y las pensiones que reciben es complicada por el gobierno multinivel que existe.

Pilar Burgo recordó que los asturianos retornados comenzaron en los años 70-80. “Nuestra asociación atendió el pasado año 3.500 consultas ‘in situ’, a las que hay que añadir las realizadas por fax o teléfono. Nosotros entramos cuando la Administración no puede ayudar ya al retornado”.

Desde su asociación las personas que atienden también son avisadas de “los derechos que tienen”, pero tienen en cuenta que cada retornado, proceda del país que proceda, tiene un problema distinto: está el que vuelve con una buena jubilación, o el que retorna a la desesperada”.

La Asociación de Emigrantes Españoles Retornados a Asturias forma parte de la Federación Nacional. “Este año hemos tenido una batalla muy fuerte con Hacienda y con los representantes del Gobierno Nacional. En Asturias hemos acudido a todos los ayuntamientos y he de decir que todos los partidos políticos han recibido y apoyado nuestras peticiones, pero el Gobierno Central ha tardado más de un año en darnos la razón. Hemos llevado a nuestros viejecitos a Madrid para reivindicar lo que es justo. Acudieron un millar de personas a protestar. Lo que pedimos es tributar justamente”.

En contestación a estas cuestiones, Mario Margolles, director general de Planificación, Ordenación e Innovación Sanitaria de la Consejería de Sanidad, destacó que “hace dos años hubo un gobierno legítimo que eliminó todos los derechos. Se crearon copagos y eso nos complica a los que luchamos contra la aplicación de esa legislación”.

Las dificultades para obtener recetas sanitarias, para las tarjetas sanitarias europeas y los plazos escasos de 15 días, en lugar de tres meses, fueron otros de los aspectos que se debatieron en esta mesa.

La última de las mesas del día se centró en ‘Las cinco cuestiones más importantes para quienes emigran’, con la intervención de David Álvarez, de la Empresa Futuver, y María Matilla, de Compromiso Asturias XXI. La charla estuvo moderada por Begoña Serrano, quien habló de una nueva emigración. “Asturias había dejado de ser tierra de emigrantes; los jóvenes querían llevar su vida laboral fuera, salían voluntariamente. Pero llevamos unos años en que nuestros jóvenes han de salir fuera para buscar las oportunidades que nuestra tierra no puede darle, a pesar de su enorme formación”.

Serrano habló también de otra emigración, “más cercana a la de los años 60, de jóvenes y no tan jóvenes. Gente ligada a la construcción o a oficios  que ahora son difíciles de ejercitar. Tienen un desconocimiento de idiomas y de lo que se va a encontrar en el país al que se va”.

David Álvarez, residente en México desde hace siete años, comentó que “México es un país con 115 millones de habitantes, enorme, con una colonia asturiana muy importante, muy representativa y muy activa. Éste es un país que está creciendo. La nueva tendencia es la de un profesional que se marcha con unas condiciones más o menos buenas, y los Centros Asturianos es algo muy útil que se puede mejorar”.

Álvarez reconoció que “hay cuestiones en México a las que tienes que acostumbrarte. Es preciso adaptarse a su cultura y hay que tener en cuenta que hay negocios que desde la distancia es imposible hacer; hay que venir y hacerlo aquí. Lo asturiano se conoce y se valora, pero  lo americano se valora más y han llegado antes. Falta posicionamiento de la industria española y asturiana. Queda mucho por convencer”.

En México existen tres Centros Asturianos: el AC, el Centro Asturiano de Acapulco y el Centro Asturiano de Monterrey. “Los Centros han de tener información de cuántos asturianos están en la zona, pero también de cuántas empresas de origen asturiano existen. Hay que hacer un pequeño esfuerzo. El Centro Asturiano tiene mucho que ofrecer”.

Por su parte, María Matilla, “emigrante con morriña” en Holanda, reconoció que existe una nueva emigración y a ella se dirigió: “antes de emigrar hay que planificar. Primero hay que plantearse ¿por qué me quiero ir? Hay cuestiones tan variadas como los estudios, el trabajo, el amor,… Todas las cuestiones son válidas, pero hay que sopesarlas”.

Otra cuestión que cree que hay que tener en cuenta es “¿qué expectativas tengo al irme? Una vez solventadas todas las interrogantes, si estás decidido a emigrar, viendo todas las dificultades, sólo me queda decir ¡el que no arriesga no gana!”.