LA MUESTRA DE LUCíA SOBERO ESTARá ABIERTA HASTA PRINCIPIOS DE FEBRERO
El Centro Asturiano de México acoge una exposición de vitrales modernistas
En su afán de promover las artes y la cultura, el Centro Asturiano de México inauguró en su sede social la exposición de vitrales ‘Reflejos’, de la artista y miembro del centro Lucía Sobero. La obra, con un estilo modernista y de diseño geométrico, está compuesta por cuadros, biombos y cruces, además de las tradicionales ventanas. Esta exposición está abierta al público desde el 17 del enero hasta el próximo 6 de febrero.

Lucía Sobero es diseñadora gráfica y empezó haciendo vitrales a los 22 años. En un principio comenzó con la técnica del emplomado tradicional hasta que a los largo de dieciséis años de experiencia fue perfeccionando e innovando su obra.
En opinión de la artista, la principal innovación de su creación es el diseño, totalmente modernista, abstracto y muy geométrico.
“Desde que empecé hasta ahora ha habido una evolución muy grande en el estilo de los diseños. Antes hacía muchas cosas que el cliente pedía y ahora me doy el gusto de hacer mis propias propuestas. En general el cliente ya tenía la idea de un vitral o figura en especial y ahora no. Han visto mi trabajo y ya me piden que sean mis diseños”, comenta la artista.
La exposición de vitrales de Lucía Sobero, llamada ‘Reflejos’, se compone fundamentalmente de cuadros, lámparas, cruces, biombos y ventanas. La obra está en la planta baja de la sede social del Centro Asturiano de México desde el 17 de enero hasta el próximo 6 de febrero. Exceptuando algunas lámparas de colección, todas las piezas están en venta y los precios promedian entre 225 y los 400 euros.
Lucía Sobero, socia del Centro Asturiano de México, tiene un taller en el barrio de Nápoles en México Distrito Federal y trabaja bajo pedido. Su clientela la componen fundamentalmente hoteles, restaurantes y arquitectos que trabajan en proyectos de casas nuevas o remodelaciones.
La idea de exponer en la sede social del Centro Asturiano surgió como una necesidad de hacer algo distinto y llevar a cabo una obra única.
Chorros de arena
Lucía Sobero usa varias técnicas en sus vitrales. Una es el emplomado tradicional, en el que utiliza los vidrios de color o transparente combinado con bisel. Las piezas se unen por medio del plomo, que forman líneas.
Otra técnica es la vitrografía, según la cual se utiliza un vidrio base y a ese se le pegan las distintas piezas de vidrio, formando un relieve en la superficie. En esta técnica se manejan mucho los volúmenes. Se usan piezas de vidrio soplado, bisel, gotas de vidrio y todo se mezcla en armonía. Combinada con ésta, la artista usa la técnica del esmeril, que consiste en un chorro de arena a presión con la finalidad de opacar el vidrio transparente.
Lo primero que Lucía Sobero hace a la hora de realizar una producción en vitrografía es realizar un trazo en una hoja de papel, luego otro trazo en tamaño real y después procede con el corte del vidrio.
También practica la técnica de la cinta de cobre, especial para poder dar curvaturas a las formas. Consiste en una cinta de cobre sobre la que se derrite toda la soldadura, hasta que la pieza queda soldada por completo. Es una técnica muy apropiada para las lámparas.
Según explicó la expositora, ella misma hace los diseños y la producción, aunque hay artesanos que la apoyan en la maquila de los biseles y los cantos.
A la muestra de vitrales de Lucía Sobero en la planta baja del Centro Asturiano la acompaña la exposición de pintura ‘Hacedores de vida’, del pintor Dilon Ramírez, que estará abierta hasta este miércoles, día 30 de enero.
De Dilon Ramírez se cuenta que actualmente está transitando por una sencillez o simplicidad pictórica que no sacrifica en nada la bondad del tema desarrollado aunque no haya detalles tradicionales en cada figura.
En opinión de la artista, la principal innovación de su creación es el diseño, totalmente modernista, abstracto y muy geométrico.
“Desde que empecé hasta ahora ha habido una evolución muy grande en el estilo de los diseños. Antes hacía muchas cosas que el cliente pedía y ahora me doy el gusto de hacer mis propias propuestas. En general el cliente ya tenía la idea de un vitral o figura en especial y ahora no. Han visto mi trabajo y ya me piden que sean mis diseños”, comenta la artista.
La exposición de vitrales de Lucía Sobero, llamada ‘Reflejos’, se compone fundamentalmente de cuadros, lámparas, cruces, biombos y ventanas. La obra está en la planta baja de la sede social del Centro Asturiano de México desde el 17 de enero hasta el próximo 6 de febrero. Exceptuando algunas lámparas de colección, todas las piezas están en venta y los precios promedian entre 225 y los 400 euros.
Lucía Sobero, socia del Centro Asturiano de México, tiene un taller en el barrio de Nápoles en México Distrito Federal y trabaja bajo pedido. Su clientela la componen fundamentalmente hoteles, restaurantes y arquitectos que trabajan en proyectos de casas nuevas o remodelaciones.
La idea de exponer en la sede social del Centro Asturiano surgió como una necesidad de hacer algo distinto y llevar a cabo una obra única.
Chorros de arena
Lucía Sobero usa varias técnicas en sus vitrales. Una es el emplomado tradicional, en el que utiliza los vidrios de color o transparente combinado con bisel. Las piezas se unen por medio del plomo, que forman líneas.
Otra técnica es la vitrografía, según la cual se utiliza un vidrio base y a ese se le pegan las distintas piezas de vidrio, formando un relieve en la superficie. En esta técnica se manejan mucho los volúmenes. Se usan piezas de vidrio soplado, bisel, gotas de vidrio y todo se mezcla en armonía. Combinada con ésta, la artista usa la técnica del esmeril, que consiste en un chorro de arena a presión con la finalidad de opacar el vidrio transparente.
Lo primero que Lucía Sobero hace a la hora de realizar una producción en vitrografía es realizar un trazo en una hoja de papel, luego otro trazo en tamaño real y después procede con el corte del vidrio.
También practica la técnica de la cinta de cobre, especial para poder dar curvaturas a las formas. Consiste en una cinta de cobre sobre la que se derrite toda la soldadura, hasta que la pieza queda soldada por completo. Es una técnica muy apropiada para las lámparas.
Según explicó la expositora, ella misma hace los diseños y la producción, aunque hay artesanos que la apoyan en la maquila de los biseles y los cantos.
A la muestra de vitrales de Lucía Sobero en la planta baja del Centro Asturiano la acompaña la exposición de pintura ‘Hacedores de vida’, del pintor Dilon Ramírez, que estará abierta hasta este miércoles, día 30 de enero.
De Dilon Ramírez se cuenta que actualmente está transitando por una sencillez o simplicidad pictórica que no sacrifica en nada la bondad del tema desarrollado aunque no haya detalles tradicionales en cada figura.